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Mar Rojo

Iñaki Ezkerra: «Elena Salgado tiene cierto aire de heroína»

Profesión: escritor y poeta.Nació: en 1957, en Bilbao.Por qué está aquí: por su libro «Los sonetos marítimos» (Huerga y Fierro).

 
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–«Los sonetos marítimos». Tendremos que hablar del mar...
–Los de Bilbao tenemos una relación rara con el mar: presumimos de tenerlo cerca y no lo vemos en meses o años.

–Cuando el articulista político y tertuliano dice que también es poeta, ¿le miran raro?
–Ser poeta siempre es una rareza. Tiene algo de provocación desinteresada.

–¿Provocación...?
–Tratar de elevarse en esta época cutre es provocar. Decía Antonio Machado: «Qué difícil es cuando todo baja, no bajar uno también».

–¿Conoce a algún poeta que viva de la poesía?
–No. Es una de las características del poeta. Pero la poesía ha sido y es mi verdadero refugio. Mi salvavidas.

–Hagamos coñas marineras, ya que del mar hablamos. ¿Zapatero es un náufrago en el Mar Rojo?
–Sí, y se le están quedando ojos de ahogado.

–¿Qué «miembra» del Gobierno le inspiraría un soneto de amor?
–Elena Salgado: tiene la expresión melancólica, cierto aire de heroína romántica.

–¿Quién es la sirena del Gobierno?
–Todos son sirenas, porque todos están peces.

–¿Quién se pone cera en los oídos, como Ulises, para no oír el canto de las sirenas?
–Casi todos, porque a casi todos les preocupa más la imagen que las palabras. La obsesión de los políticos por la imagen implica sordera.

–Y usted, ¿por qué está hecho un mar de lágrimas?
–Por nada. Soy poco llorón. Prefiero reír por no llorar.

–¿Le gustaría nadar en dinero para...?
–Para olvidarme del dinero.

–¿Qué gran tormenta prevé para el 2011?
–Los males se perpetúan, pero no llega el fin del mundo. Se anuncian Apocalipsis sin tener ni idea de lo que se habla. No me va ser apocalíptico.

–¿En qué no se embarcaría nunca?
–En muchas cosas, en el nacionalismo, por ejemplo. No tengo afición a embarcarme ni a apuntarme a bombardeos.

–Del Gobierno, ¿quién sabe nadar y guardar la ropa?
–Ese es un arte zapaterista, pero la política, al final, acaba desnudando a todos los políticos.

–Después de desnudarnos a los demás...