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París

Críticas contra Francia por su silencio ante los disturbios en Argelia y Túnez

Marruecos prohíbe una manifestación de apoyo a sus vecinos magrebíes por temor al contagio de la crisis social.

El Gobierno tunecino eleva a ocho los fallecidos por las protestas
El Gobierno tunecino eleva a ocho los fallecidos por las protestaslarazon

PARÍS- Mientras la situación se inflama en Túnez y Argelia, donde la violencia se recrudece y las revueltas sociales arrojan un mortal balance de víctimas –cinco en Argelia y 20 en Túnez, según la oposición–, el mutismo de Francia sorprende. «Seguimos los sucesos con atención» se limitó a decir el pasado viernes el Ministerio de Exteriores galo. Una timorata actitud que ha desatado las críticas de varias asociaciones y formaciones políticas de izquierdas, que acusan no sólo al Gobierno galo, sino a los principales líderes occidentales de no denunciar los actos de represión contra el pueblo magrebí.

Lamentan que Francia, paladín de la libertad de expresión en el mundo, no haya actuado todavía para pedir la liberación de los detenidos por sus opiniones disidentes. Ni siquiera la explosión de un pequeño artefacto casero ayer a las puertas del consulado de Túnez en París consiguieron sacarle más de una frase a la inmutable Francia. El embajador tunecino en Francia, Raouf Najar, habla de «acto terrorista», mientras que las Fuerzas de Seguridad prefieren considerarlo un incidente aislado.

«El silencio de los aliados de Túnez no es sano» deplora Souhayr Belhassen, de nacionalidad tunecina y presidente de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH) con base en París, que censura el apoyo internacional a Zine El Abidine Ben Alí, presidente del país magrebí. Los intereses económicos de Francia en la región explicarían, según los observadores, la reserva del Gobierno de Sarkozy, cuyas relaciones tanto con Túnez como con Argelia no son especialmente cálidas. Pero no son la única razón de tanta prudencia. También la populosa comunidad magrebí residente en la antigua metrópolis, ya que Francia teme, según Karim Pakzdad, analista del Instituto de relaciones internacionales y estratégicas (Iris), un flujo masivo de inmigración si la situación en aquellos países degenera.

Mientras, en Marruecos, se prohibía ayer una manifestación de apoyo a las revueltas de sus vecinos magrebíes.