Ana Botella

Gallardón: «No se nos ha olvidado ningún detalle de la JMJ»

Por orden del señor alcalde, se hace saber que la Jornada Mundial de la Juventud está a la vuelta de la esquina. Con esta premisa, ayer, Alberto Ruiz-Gallardón lanzó ayer el tercer bando desde que está al frente del Consistorio de la capital.

Los voluntarios de la diócesis de Getafe participaron ayer en el acto de agradecimiento del Ayuntamiento de Madrid
Los voluntarios de la diócesis de Getafe participaron ayer en el acto de agradecimiento del Ayuntamiento de Madridlarazon

Un gesto con el que el Ayuntamiento de Madrid ha querido mostrar la relevancia que para la ciudad supone acoger un acontecimiento como la Jornada Mundial de la Juventud. «Muy pronto nuestra ciudad será escenario de un acontecimiento de repercusión mundial», comienza el edil un documento en el que recuerda a los madrileños que «tenemos la obligación, y sobre todo la vocación, de conseguir que el Papa, y todos y cada uno de los jóvenes que van a conseguir reu-nirse con él, se sientan parte integrante de Madrid y la perciban como una ciudad joven, cercana y amiga».

Poco después de que diera a conocer el bando, el alcalde se reunía en la Caja Mágica con representantes de los más de 3.000 voluntarios que han participado en alguno de los 33 cursos de formación a cargo de Samur-Protección Civil, desde personal sanitario a tareas preventivas. Allí, ante el cardenal Antonio María Rouco Varela, Gallardón afirmó que «estamos preparados.

Creo que no se nos ha olvidado ningún detalle». Prueba de ello fue el dispositivo que presentó el delegado madrileño de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo. Un total de 4.100 policías municipales, 1.360 turnos de efectivos sanitarios y 2.874 turnos de Samur-Protección Civil velarán para que todo el engranaje del encuentro se desarrolle a la perfección.

Labor indispensable

De este despliegue también dio fe la segunda teniente alcalde y copresidenta de la Comisión Municipal de Coordinación de la Jornada Mundial de la Juventud, Ana Botella, quien destacó el servicio que prestarán los más de 30.000 voluntarios como una «labor absolutamente necesaria para que este encuentro sea un éxito, pues requiere un trabajo de organización que no es comparable a ningún otro evento». Así, alabó la actitud de los jóvenes que tomarán parte de la JMJ como un «ejemplo de civismo y compromiso con unas creencias. Sois el reflejo de lo mejor de la sociedad madrileña». Por este motivo, Botella subrayó que «la colaboración ciudadana va a resultar decisiva».

El acto lo cerró el cardenal arzobispo de Madrid, que apuntó que «los peregrinos que acuden a la JMJ son jóvenes de hoy, no vienen de otra galaxia. Será una gran asamblea que no conoce fronteras de razas ni colores, que anima a vivir la fraternidad y los valores humanos».