Castilla y León

La crisis empuja a 33000 amas de casa a buscar empleo para obtener ingresos

La crisis ha acelerado la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, «por necesidad, por la falta de ingresos en la unidad familiar». Así al menos lo pone de manifiesto el estudio «Tres años de crisis en el mercado laboral de Castilla y León», elaborado por la Secretaría de Empleo y Formación de Comisiones Obreras

Una mujer que busca trabajo resuelve dudas en una oficina del Servicio Público de Empleo
Una mujer que busca trabajo resuelve dudas en una oficina del Servicio Público de Empleolarazon

Según uno de los autores del documento, el responsable del área laboral del sindicato, Saturnino Fernández, de las 44.100 mujeres que han ingresado en el mercado laboral, 32.900 eran amas de casa. Una circunstancia que, junto con la incorporación de jóvenes, está repercutiendo en el aumento del desempleo, dado el avance, en un 2 por ciento, de la población activa.

Muchos afectados

A este respecto, el secretario regional de CC OO, Ángel Hernández incidía en que «esta crisis ha machado a los jóvenes -uno de cada dos menores de 19 años no encuentra trabajo-, a los hombres con menos de 45 años y a los autónomos, como consecuencia del mayor peso del sector agrícola de Castilla y León».

En el periodo analizado, entre 2007 y 2010, ha aumentado en 100.000 personas el número de parados, 75.000 de las cuales corresponden a pérdida real de empleo, mientras que 25.000 se derivan de la señalada incorporación de jóvenes y mujeres al mercado laboral. De forma que «en Castilla y León se ha igualado el número absoluto de hombres y mujeres en paro».

Los sectores más dañados por la coyuntura económica en estos tres años han sido la Construcción y la Industria, con 37.300 y 34.900 empleados menos, respectivamente, en un periodo en el que la crisis ha sido «algo menos dura en Castilla y León que en España», matizó Fernández.

De hecho, la difícil coyuntura económica no ha impedido que el empleo asalariado aumente, frente a la supresión de contratos temporales, que se sitúa ya en el 23 por ciento, cuando al inicio de la serie era del 28 por ciento. Mientras, los contratos indefinidos son 11.000 más que al inicio de la crisis, lo que muestra que la inmensa mayoría de nuevos parados proviene de los temporales.

Con todo, la tasa de temporalidad se ha equiparado entre hombres y mujeres -cuando en 2007 era mucho mayor en el colectivo femenino- y entre el sector público y el privado, según apunta el estudio.