La Generalitat llevará a los tribunales a Cataluña si intenta controlar el Júcar

VALENCIA-La Generalitat presentó el pasado viernes las primeras alegaciones al Plan de Gestión de Agua de la Agencia Catalana del Agua, en el que se arroga competencias sobre la cuenca del Júcar, del Ebro e incluso sugiere cuánto caudal debe llevar el río Ebro, todas ellas cuestiones que no son de su competencia. En este documento, que podría ampliarse cuando se abra la segunda fase de alegaciones, advierte a Cataluña de que recurrirá a los tribunales cualquier disposición aprobada en este documento que afecte a «ámbitos territoriales o competenciales ajenos a las cuencas internas de Cataluña». Además, recuerda a la Generalitat que puede exponer su postura sobre la gestión y planificación del Ebro, pero siempre dentro del plan de cuenca.Este plan también ha provocado el rechazo de Aragón, que aprobó la pasada semana la presentación de 17 alegaciones, así como la puesta en marcha de actuaciones legales, si el texto se aprobaba tal y como reza el primer borrador. Por otra parte, el director general del Agua de la Generalitat, José María Benlliure, aseguró ayer que los trasvases en distancias inferiores a 700 kilómetros son más sostenibles que cualquier desalinizadora. Aclaró que el concepto de sostenibilidad no sólo se refiere al medio ambiente, sino también a si puede costearse. En este sentido, dijo que el Estado tendrá que gastar cada año 20 millones de euros en subvencionar el agua que la desaladora de Torrevieja producirá para regadío. Se estima que la planta producirá anualmente 40 hectómetros cúbicos para el agricultor. Éste puede pagar el metro cúbico a 0,30 céntimos, pero como su puesto real asciende a 0,82, el resto deberá pagarlo el Estado.

Visiones del aguaEl catedrático en Hidrología y profesor de la Universidad de Princeton, Ignacio Rodríguez-Iturbe, criticó ayer a todos aquellos que sostienen que los trasvases son per se negativos. Abordó la problemática que está generado la definición de los caudales ecológicos y dijo que la cantidad que se fije, no puede suponer más del 80 por ciento del caudal medio del río. De lo contrario, sería necesario realizar embalses para retener el agua. El caudal medio anual del Ebro es de 440 metros cúbicos y la Agencia Catalana del Agua pide que se establezca un máximo de 406 en periodos húmedos. Iturbe participó ayer en una jornada organizada por la Fundación Agua y Progreso.