España

España pasa el rato contra Hungría

A España le sobraba un partido y le faltaban obligaciones. Antes de comenzar a jugar contra Hungría ya sabía que jugaría las semifinales. Quedaba divertirse o pasar el rato. El partido arrancó camino de lo primero, pero acabó en lo segundo.

La Razón
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Hungría comenzó con muchas dificultades para atacar la defensa española, que daba comodidad al ataque. El 5-1 de principio animaba a pensar en una victoria sencilla para España, con muchos minutos para los secundarios y un poco de descanso para los más castigados, como Alberto Entrerríos.

Hungría no quería perderse la oportunidad de ser la primera en derrotar a España y exigió al equipo de Valero Rivera hasta forzar el empate a trece en el descanso. La Selección española se concentró en detener los lanzamientos de Pérez, el central cubano nacionalizado húngaro. Y lo consiguió, pero surgieron lanzadores a su lado empeñados en no dejar que España tuviera una tarde tranquila. Como Lekai o Zubai.

Había descanso para muchos, pero no para Arpad Sterbik, que se hizo inmenso en la portería cuando más cerca estaban los húngaros. Donde no llegaba con las piernas llegaba con las manos y permitió que España mantuviera su ventaja en los momentos más complicados.

Sterbik paraba e Iker Romero se hacía importante en el otro campo. Salió de la oscuridad del banquillo para recordar que no hace tanto que era el mejor lanzador español. Consiguió nueve goles, cuatro de penalti, y volvió a ser la referencia española en el ataque. Quería demostrar a su entrenador que está disponible para cuando sea necesario. Que su brazo está intacto, con la misma potencia y la misma precisión de siempre.

Entre Iker y el portero permitieron que España llegara a los últimos minutos con una ventaja de cinco goles. Suficiente para presentarse en las semifinales invicta. Pero Hungría no quería desangrarse de una manera tan sencilla y llegaron los mejores momentos de Lekai. Dos goles seguidos animaron a los húngaros.

Valero Rivera, que había visto cómo España tenía el partido controlado, no quería que se le escapara. Y recurrió a alguno de los imprescindibles para amarrar el triunfo. Gurbindo y Aguinagalde, espectadores durante la mayor parte del encuentro, salieron a la cancha. Y cumplieron con su objetivo. La ventaja creció un poco hasta el 30-24 final.


Ficha técnica:
30 - España: Hombrados; Rocas (3), Maqueda (1), Morros (3), Ugalde (3), Raúl Entrerríos (2) y Romero (9, 4p), Sterbik (ps), Roberto García (-), Gurbindo (-), Chema Rodríguez (-), Cañellas (3), Alberto Entrerríos (-), Juanín García (2), Garabaya (2) y Aguinagalde (2)
24 - Hungría: Fazekas; Tamas Ivancsik (3), Mocsai (2), Ilyes (2), Pérez (1), Gergo Ivancsik (1), Schuch (-), Mikler (ps), Csaszar (4), Harsanyi (-), Toro (-), Kornel Nagy (-), Gulyas (1), Katzirz (1), Zubai (5) y Lekai (4)
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 5-2, 8-6, 9-9, 12-10 y 13-13 (Descanso). 16-13, 18-16, 21-17, 22-19, 25-22 y 30-24 (Final)
Árbitros: Canbro y Claesson (Suecia). Excluyeron por dos minutos a Roberto García y Morros por España; y a Ilyes (2), Schuch, Pérez y Zubai por Hungría.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera y última jornada del grupo I de la segunda fase del Campeonato del Mundo de Suecia disputado en el Kinnarps Arena ante unos 3.500 espectadores