Barcelona

Mas se planta ante el Rey con su plan de independencia financiera

Su Majestad el Rey recibió ayer al presidente de la Generalitat, Artur Mas, en el día que éste cumplía 55 años. Además de felicitarlo por su aniversario, el Monarca le trasladó su enhorabuena por su nombramiento como presidente de la Generalitat

El Rey conduce a Artur Mas al Salón de Audiencias de la Zarzuela tras felicitarlo por su 55 cumpleaños
El Rey conduce a Artur Mas al Salón de Audiencias de la Zarzuela tras felicitarlo por su 55 cumpleañoslarazon

Después del saludo y de posar para la Prensa, ambos desfilaron hacia el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela. Pasaban unos minutos de las 13.00 horas. Tres cuartos de hora después, sobre las dos de la tarde, Mas abandonaba el Palacio sin hacer declaraciones.

Los detalles de la reunión se supieron poco después, gracias a un comunicado del departamento de la Presidencia de la Generalitat. Mas aprovechó la entrevista con el Rey para trasladarle sus planes para estabilizar las finanzas públicas catalanas. Al margen de explicarle que la Generalitat reducirá un 10 por ciento el presupuesto de 2011, le presentó su propuesta de pacto fiscal, en la línea del concierto económico.

Administrar los impuestos
La intención de Mas es plantear al Gobierno que salga de las elecciones generales de 2012 la independencia financiera de Cataluña para garantizar que esta autonomía pueda administrar sus propios recursos.

El recién estrenado presidente de la Generalitat no se mordió la lengua ante Don Juan Carlos, a quien también trasladó su preocupación por el retroceso que supone la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut. No se dieron detalles acerca de los artículos cuestionados por el Alto Tribunal que más inquietan a Mas. En cambio, sí se explicó que el president comentó con el Monarca su temor a que se utilice, una vez más, el tema del catalán, como arma de confrontación electoral de cara a las elecciones municipales del 22 de mayo.

Al margen del «tema catalán», Mas y Don Juan Carlos hablaron, sobre todo, de economía. En eso coinciden con la mayoría de españoles –en el último barómetro de opinión del CIS, el 78,6 por ciento señala el desempleo como su principal preocupación, mientras que ocho de cada diez considera que el reto más inmediato que debe asumir el país es luchar contra el desempleo y mejorar la competitividad de la economía–. Pensando en este último objetivo, el president de la Generalitat insistió al Monarca en la necesidad de impulsar el corredor ferroviario del mediterráneo desde Algecirar hasta los Pirineos. Mas defendió que se trata de una infraestructura clave para favorecer el crecimiento económico y crear puestos de trabajo. No sólo expuso retos, también habló de cosas bien hechas, como de la puesta en marcha de la línea ferroviaria de ancho europeo que conecta el Puerto de Barcelona con Francia.

El Rey y el president de la Generalitat coincidieron en la importancia de analizar la situación financiera de España, tanto para decidir qué reformas hace falta continuar impulsando, como para generar credibilidad de cara al exterior.

Aunque la economía fue la protagonista indiscutible de la conversación, la reunión entre Mas y el Monarca arrancó con la noticia que ayer abrió todos los informativos, la situación de alarma que vive la costa sur del Mediterráneo a raíz de los altercados que se han generado en Tunez y Egipto.

Primero, el Rey

Mas vio cumplido su deseo de entrevistarse con el Rey antes que con cualquier representante del Gobierno. La semana que viene, concretamente, el lunes 7 de febrero, se verá con José Luis Rodríguez Zapatero.

La reunión entre Mas y Don Juan Carlos coincidió con el día en que la Generalitat enviaba al Ministerio de Economía su plan de estabilidad financiero. Ahora, sólo queda que Zapatero le de su aprobado. Aunque la Generalitat no ha desvelado detalles de la hoja de ruta para reducir el déficit de un 3,6 por ciento al 1,3 por ciento y cumplir así una de las exigencias del Gobierno para poder emitir más deuda, PP y PSC cuestionaron el plan de viabilidad. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, recriminó la venta de patrimonio público, reprochó a Mas que improvise y le exigió que traslade «ipso facto» los detalles al Parlament. El PSC acusó a Mas de manipular datos para justificar su política.


La Generalitat reclama al Estado los edificios hospitalarios para venderlos
- La Generalitat estudia múltiples fórmulas para ganar liquidez. Una de ellas pasa por realizar una operación financiera con los edificios hospitalarios que, sin llegar a ser una hipoteca (en el mundillo financiero se conoce como «sale and lease back»), permitirá recibir al gobierno catalán recursos con una opción de recompra, explicó el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell.
- Para llevar a cabo esta operación hay un condicionante fundamental, ya que necesita el traspado de los edificios hospitalarios de la Seguridad Social –entre ellos, centros de la envergadura de Vall d'Hebron y Bellvitge– a Cataluña. La Generalitat argumenta que gestiona estos centros hospitalarios desde hace muchos años.
- La necesidad de liquidez y de aumentar la solvencia de las arcas catalanas también pasa por una nueva emisión de bonos «en febrero o marzo», apuntó Mas-Colell. El titular de Economía defiende que las emisiones de deuda –el tripartito optó por esta fórmula al final de la legislatura– sean a largo plazo para no tener «este constante sufrimiento cada año». Confió en que el Gobierno autorice estas operaciones.