Barcelona
Moodys rebaja el rating de Cataluña y exige una reducción de costes
La agencia de calificación de riesgos Moody's rebajó ayer la calificación de la deuda a largo de la Generalitat de Cataluña desde «A1» a «A2» y mantuvo en «negativa» la perspectiva de la deuda a corto. En el primero de los casos, Moody's dice que los problemas de financiación de la región obligan a «acelerar la aplicación de medidas de reducción de costes»
La agencia lo considera difícil por las competencias que tiene en materia de sanidad, universidad y educación. En el caso de la deuda a corto, la agencia de rating señala que, aunque contribuirá a garantizar su financiación, «paga un cupón caro».
Esta firma de rating alerta de que en 2010, la Generalitat «se enfrenta a un gran déficit», ya que los ingresos fiscales siguen débiles a pesar del recorte que ya se está aplicando en los gastos. Aun así, Moody's reconoce que la Generalitat ha puesto en marcha ambiciosas medidas de ahorro del gasto que cifra en 9.000 millones de dólares, las cuales «deberían contribuir a mantener el déficit dentro de los límites establecidos por el Gobierno».
Perspectiva negativa
Sin embargo, Moody's justifica la perspectiva de la calificación como «negativa» reflejando «la debilidad de las perspectivas económicas para el país y la limitada expectativa en el crecimiento de los ingresos fiscales». Lo que significa que 2011 será un reto, ya que Cataluña tendrá que colocar 8.000 millones de dólares en los mercados, el 30 por ciento de sus ingresos.
Ayer, la Generalitat anunció la firma inminente de la emisión de bonos para particulares con una veintena de entidades cuya comercialización se iniciará el próximo viernes o el lunes, y cuyo importe ascenderá a 2.500 millones de euros. La Caixa, Caixa Catalunya, Banco Sabadell, Barclays, Unnim y Caixa Penedès son las entidades con mayor implicación en la colocación de la emisión.
Finanzas «sólidas»
La emisión, a un plazo de un año, tiene una rentabilidad para los inversores del 4,75 por ciento y del 3 por ciento en comisiones para los bancos colocadores, lo que hace que la Generalitat tenga que pagar un tipo de interés del 7,75 por ciento, un nivel similar al bono griego a un año, con un cupón del 7,30 por ciento, aunque el rating de esta emisión es, según las agencia de «BA1» o «BB1».
El consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, fue el encargado de defender la «solidez» de las finanzas de la Generalitat y afirmar que, en ningún caso, la rebaja del rating afectará la emisión de los bonos. «Se tiene que tener plena confianza en que será muy rentable para las personas que los adquieran, que seguramente serán muchísimas», señaló el portavoz en funciones de la administración catalana.
El presidente de CiU, Artur Mas, por su parte alertó de que el precario estado en que se encuentran en este momento las finanzas de la Generalitat puede lastrar la labor del futuro Govern a la hora de «enderezar» el rumbo económico.
Una rebaja del rating, además del encarecimiento de financiación futura, también implica un impacto en las empresas, básicamente por dos cuestiones: puede frenarse la inversión extranjera y los acuerdos de colaboración con empresas del exterior, dado que se contempla como un mercado con peores perspectivas económicas.
El Tesoro paga menos por la deuda
- El Tesoro colocó ayer un total de 6.400 millones de euros en Letras a 12 y 18 meses pagando un menor tipo de interés que en la subasta anterior. Los inversores realizaron peticiones por cerca de 8.600 millones de euros.
- En la emisión de ayer, el Tesoro adjudicó 4.183 millones en Letras a un año a un tipo de interés del 1,859%, ligeramente por debajo del 1,938% pagado en la anterior subasta.
- En el caso de las Letras a 18 meses, el tipo quedó en el 2,028% (2,190 en septiembre) y se colocaron 2.215 millones.
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