Zamora

Bolo con IVA

La Razón
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Los partidos contra Inglaterra tuvieron en tiempos signo político. Ahora se juega sin prolegómenos extradeportivos. Sólo con el natural deseo de triunfar. Ganar a Inglaterra es hacerlo frente a quienes inventaron el fútbol después de vicisitudes como los decretos de algunos reyes contra del juego de «las grandes pelotas». Tuvo orígenes violentos y de ahí quedó para la historia la palabra derbi, anterior a la carrera del famoso hipódromo de las pamelas y los chaqués. El partido entre dos gremios artesanales de Derbi por Carnestolendas acababan contabilizando el número de canillas rotas. Afortunadamente, el deporte fue reglamentado. Esta, como otras disciplinas, tuvieron maestros universitarios, aunque siempre quedó el estigma de que es deporte de caballeros jugado por villanos, lo contrario del rugby. Inglaterra perdió su primer partido con España un día de San Isidro, en el Metropolitano del entonces Athletic de Madrid. Para la historia quedó aquella hazaña que no había conseguido nadie. España vivió años después del gol de Zarra y una de las mejores tardes de la Selección fue el triunfo en 1981, en el viejo Wembley, con goles de Satrústegui y Zamora. Estas confrontaciones han permitido admirar jugadores como Moore y Charlton, Gainza, Di Stéfano y Luis Suárez. Los partidos entre ambos siempre han tenido gran emotividad. Aún en las etapas de menor brillantez, Inglaterra siempre ha sido adversario a vencer. Aporta IVA al historial. Quizá el partido resulte poco brillante. Sólo el honor está en juego.
Posdata. Bolo con jugadores en vísperas de acontecimientos importantes.