El fútbol continúa en Vallecas

Madrid- Las certezas en el Rayo tienen plazos cortos. Lo que saben ahora sus empleados es que les deben, al menos, cinco meses de sueldo y que el primer equipo jugará el sábado ante el Valladolid. A partir de ahí todo son dudas. Los futbolistas acordaron ayer desconvocar el encierro que habían acordado dos días antes y olvidarse del plante previsto para la próxima jornada de Liga.

«Le debemos mucho a la afición. Han estado volcados y por ellos no podemos hacer una de las propuestas que teníamos, la de no jugar. No podíamos tomar esa decisión, sería mala para el Rayo como institución y para los jugadores también», aseguró Míchel en la conferencia de prensa de ayer. A su lado, los otros capitanes, Coke, Cobeño y Movilla, y el entrenador, José Ramón Sandoval.

«Seguimos pensando lo mismo. A día de hoy no ha cambiado nada, pero hemos visto las movilizaciones de mucha gente, entendemos que nos han llegado cosas que nos hacen recapacitar, sobre todo en cuanto al tema de no jugar», añadía el capitán rayista.

«Casi un año» llevan sin cobrar los futbolistas, que sufren el desgobierno de la entidad a la espera de una posible venta que ven como la única solución. «No hemos hablado con ningún posible comprador», aseguran los jugadores. De la familia Ruiz-Mateos tampoco saben nada. «Nada de nada», afirma Movilla. «Tampoco esperamos nada de nada, hasta ahora no han hecho nada por nosotros y hasta el final estaremos solos», añadió.

Vallecas sí se ha movilizado para apoyar a su equipo. La Fundación organizará una fiesta para recaudar dinero, hay camisetas solidarias y los jugadores intentan que les llegue parte del dinero de las taquillas que ahora están embargadas en su totalidad. «Hay que insistir en el respeto que tenemos a la afición. Por el respaldo que nos han mostrado se merecen un respeto. Con las alternativas que nos han dado hoy, tenemos que terminar estos dos meses», comentó el técnico, José Ramón Sandoval.

Los jugadores recibieron por la mañana la visita del presidente de la AFE, Luis Rubiales. «No se puede consentir que habiendo capacidad económica no les llegue nada a ellos», aseguró.