Estreno
CRÍTICA DE CINE / «3 metros sobre el cielo»: El amor que casi todo lo puede
Director: Fernando González Molina. Guión: R. Salazar a partir del libro de F. Moccia. Intérpretes: Mario Casas y María Valverde. España, 10. Duración: 115 minutos. Drama romántico.
Hache (de héroe, quizá) y Babi. Los ingenuos nombres de la pareja que tanto sufre en «Tres metros...» ya ofrece una pista desde la sinopsis sobre la naturaleza del filme. Segundo aviso además del propio cartel original: la cinta emerge de la novela escrita por Federico Moccia, un autor que arrasa años ha entre los adolescentes. Estupendo, que lean. Ésta es, sí, la historia de un amor parece que imposible: el que siente un joven violento que arrastra un trauma familiar y una cándida muchacha de clase bien. Los carismáticos Mario Casas (aún está verde, pero tiene una sonrisa que vale por dos tropiezos interpretativos) y María Valverde encarnan a un par de personajes que se ven envueltos en carreras ilegales de motos, en arrebatos furibundos de pasión y celos, en fiestas salidas de madre mientras sueltan las tiernas bobadas típicas de los pocos años y demuestran cuánto de irresponsables fuimos un día todos nosotros. González Molina, que ya aplicó en «Fuga de cerebros» otra fórmula, aunque entonces fue la de la comedia «teen» desmelenada, realiza una nueva ecuación casi matemática para concebir una cinta que cuesta encuadrar en un tiempo concreto, influida, como está, por el cine romántico de los 50 («Rebelde sin causa», «Esplendor en la hierba»...) y los 80. Técnicamente muy cuidada, «3MSC» será un taquillazo que llega hasta las últimas consecuencias de su propuesta y no oculta jamás en qué edad se mira. Los otros, más mayores, a lo mejor tienen la suerte de que los ojos no le han envejecido demasiado todavía.
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