Merecido sucesor por Pilar Ferrer

Cumplió con creces la expectación. Solidez, libertad, unidad y ayuda divina para ejercer el cargo de presidente de la Comunidad. Un discurso de principios y valores que confirman a Ignacio González, como el mejor heredero de Esperanza Aguirre. Nadie como él conoce los entresijos del PP madrileño y el Gobierno regional. Y nadie ha tenido la absoluta confianza, durante tantos años, de la ya ex presidenta. Ignacio González, Nacho para los amigos, fue el autentico confesor, el más fiel escudero de Aguirre. Su cercanía a la «Jefa», como siempre la ha llamado, le hizo temblar la voz, emocionarse de plano, al recoger su legado.

Jaime Ignacio González González cumplirá el próximo 19 de octubre cincuenta y dos años, fuertemente vinculados a la capital del reino, dónde nació, estudió Derecho y accedió por oposición al Cuerpo Técnico Superior del Ayuntamiento. Allí conoció a Esperanza, por entonces en el equipo de José María Álvarez del Manzano, e inició su vida política. Sus mentores en el PP fueron la propia Aguirre, Jesús Posada y Ángel Acebes. Con ella sería Subsecretario de Educación y Cultura, con Posada Secretario de Estado de Administraciones Públicas, dónde gestó la ventanilla única, y con Acebes de Inmigración y Extranjería en el Ministerio del Interior. Todo un palmarés como profundo conocedor de la Administración. Sus compañeros de Facultad le definen como alguien astuto e inteligente. Quienes han compartido puestos en la vida pública, dicen que es un incansable trabajador. Alzó una voz crítica en el Congreso de Valencia que entronizó a Mariano Rajoy, para obtener después el visto bueno de Génova 13 y entrar en el Comité Ejecutivo Nacional. Ganó el pulso con Francisco Granados y obtuvo la Secretaria General del PP madrileño. Y soportó estoicamente ataques mediáticos que no minaron un ápice los favores de Aguirre.

Aficionado a los toros, al fútbol, a la música y al dibujo. Suele decir que es un gran feminista, incluso en el plano familiar, con su mujer Lourdes y sus tres hijas. Lector empedernido, le apasionan las crónicas de la Villa y Corte. Frente a turbulencias secesionistas, Ignacio González se enorgullece de ser español. Cumplió con creces la expectación. Solidez, libertad, unidad y ayuda divina para ejercer el cargo. Un discurso de principios y valores que le confirman como el mejor heredero de Aguirre.