Asuntos sociales
«Mi hijo vino a casa drogado y con una navaja en la mano»
Silvina tiene cinco hijos y uno de ellos ha convertido su vida en un infierno. Ahora tiene 15 años, pero los problemas comenzaron cuando tenía 10. «Se comportaba mal en la escuela, con sus compañeros, era un chulo, siempre estaba pegando. Hacía graffitis en la catedral, en el colegio amenazaba a los profesores o se saltaba las clases. A los 12 años empezó a consumir drogas y las cosas empeoraron. La situación explotó un día después de hablar con él. Pensábamos que había recapacitado, pero aprovechando que yo había salido de casa me robó el coche. Fue perseguido durante una hora por la Policía de Tarragona por conducción temeraria, con 14 años»
«Los agentes lograron reducirle y le llevaron a comisaría. Me llamaron para que fuera a buscarle y yo les dije que no me movía de allí hasta que no me proporcionasen ayuda. Tenía miedo. Así que primero le metieron en un centro abierto, pero en tres meses se fugó muchas veces y robó. Después, fue a parar a un centro cerrado y a las pocas semanas se marchó y estuvo desaparecido durante cinco días». Allí sigue. Uno de los días más angustiosos para Silvina fue «cuando apareció en casa con otros compañeros del centro, drogado y con una navaja en la mano. Ese día temí por la vida de mis otros hijos». Silvina no cree que el caso de su hijo tenga que ver con una permisividad extrema. «Ha tenido la misma educación y los mismos límites que sus otros hermanos». Cree que la legislación concede demasiado poder a los menores. «Saben que tienen la sartén por el mango. Mi hijo me amenazó con autolesionarse para después denunciarnos».
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