La huida de Maverick

«Ellos han ido por las malas, así que yo haré lo mismo», afirmaba Maverick Viñales antes de dejar el circuito de Sepang camino del aeropuerto para volver a Madrid. El catalán dice estar quemado por la situación que vive en su equipo y por eso ha decidido declararse en rebeldía. No competirá este fin de semana, ni en Australia, ni en Valencia y tampoco tiene intención de cumplir los dos años de contrato que acaba de firmar con el Avintia Blusens.
«Mack» partía como el máximo favorito y casi único candidato al título de Moto3, pero las cosas se han ido complicando hasta protagonizar una espantada histórica. «No puede ser que la moto vaya cada vez peor y luego te digan que frenas antes o abres gas más tarde. Me han demostrado que son un equipo de tercera línea. No se han portado bien. Yo quería romper por las buenas, pero no ha sido posible», explicaba el piloto con la misma cara de circunstancias que le acompaña desde que el Mundial empezó a estar complicadísimo para él.

Algunos errores suyos, otros del equipo y una evidente pérdida de potencial de su Honda respecto a las KTM han permitido que Cortese roce ya el título, pero lo cierto es que Maverick ha ganado cinco carreras, más que nadie este curso, y mantenía opciones matemáticas de campeonato antes del papelón. Al otro lado de la disputa aparece Ricard Jové, mánager del piloto y del equipo al mismo tiempo. «Nos dijo que si no rompíamos el contrato no corría más. Debería haber seguido por respeto a los que confiaron en él. Es como si Alonso decide dejarlo porque los Red Bull van un poco mejor», insistía el mentor del corredor catalán, que negó haberle ocultado otras ofertas para que renovara con el Avintia, uno de los motivos centrales del enfado. Viñales ya ha vuelto a España y está dispuesto a no correr el curso que viene si no consigue la rescisión del acuerdo que le une con la que hasta ahora ha sido su casa.