Luz verde al parking-robot

Hasta ahora, había poco más de una docena de parkings que contaran con un sistema automático para colocar los vehículos, entre otras cosas porque la limitación normativa era muy estricta. Con la creación de esta nueva norma, el consistorio madrileño soluciona esos impedimentos y abre el camino para que la iniciativa pública y privada promueva esta alternativa para dejar el coche que permite aprovechar mucho más el espacio destinado a los vehículos.

La principal ventaja que supone esta nueva ordenanza para estos sistemas de estacionamiento es ampliar el número de plantas autorizadas para un aparcamiento, que estaba limitado a cuatro, lo que bloqueaba el aprovechamiento del espacio para los parking robotizados, especialmente los instalados en inmuebles. Además, establece los criterios de seguridad para su construcción en edificios, así como las condiciones de acceso a las instalaciones sobre la movilidad del trazado viario, evaluadas a partir de los tiempos máximos permitidos de entrega de los vehículos que se han de almacenar o que se encuentren almacenados.

Según detalló el vicealcalde, Manuel Cobo, las características de este tipo de parking, en sus distintas modalidades, «supone una alternativa de gran eficacia frente a los aparcamientos convencionales» y permiten dar una respuesta a la demanda de estacionamiento en la ciudad consolidada. De hecho, el vicealcalde recordó que en Estados Unidos ya se prescribe este sistema en obra nueva por su eficacia energética.

Cobo también señaló que el objetivo de esta nueva normativa es que Madrid logre acercarse a las cifras de plazas de aparcamiento robotizadas que se manejan en algunos países europeos –donde cuentan con más de cien años de experiencia– como Francia o Reino Unido, teniendo como horizonte ideal el caso de Japón, donde ya hay más de un millón de puestos de este tipo.