La OTAN se reúne por el derribo del avión turco

El régimen de Bachar al Asad apunta a un nuevo enemigo. El incidente transfronterizo del viernes que acabó con el derribo de un avión de combate turco que «supuestamente» sobrevoló el espacio aéreo sirio ha marcado un punto de inflexión en el curso de la guerra que podría traer consecuencias dramáticas. Ankara, que no oculta su simpatía por la oposición siria, podría definitivamente pasar a la acción y acelerar la decisión de una intervención militar en Siria. Turquía reclamó una reunión de urgencia de la OTAN para mañana, invocando el artículo 4 del tratado fundacional de la organización militar. Dicho artículo prevé que cualquier miembro de la Alianza puede recurrir al organismo cuando sienta que está amenazada su integridad territorial, su independencia política o su seguridad nacional. Las autoridades turcas aseguran que el «caza» se encontraba en espacio aéreo internacional cuando fue atacado, mientras que Damasco insiste en que el avión había traspasado la frontera siria y que actuó de acuerdo con «las leyes que rigen este tipo de situaciones».
El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, fue implacable ayer y advirtió al régimen sirio de que «nadie puede permitirse poner a prueba las capacidades [militares] de Turquía». Las relaciones entre ambos países se han ido deteriorando a medida que el conflicto en Siria ha ido degenerado. El Gobierno turco no sólo participó en las reuniones de la Liga Árabe en la que se negociaron las sanciones contra Siria, sino que también ha apoyado a la oposición siria para que se reúna en Estambul, ha servido de santuario de desertores militares y ha acogido a decenas de miles de refugiados.
Sefún fuentes consultadas por LA RAZÓN, ayer hubo una nueva jornada de violencia en Siria, al menos 45 personas murieron la mayoría en un bombardeo en Deir al Zor que dejó también unos 1.500 heridos. Estas mismas fuentes informaron de que el Ejército Libre de Siria se hizo con un almacén militar en la localidad de Al Nabek con más de 710 rifles de asalto y municiones.

La cia vigila a Al Qaeda
Recep Tayyip Erdogan ha colaborado con un grupo de agentes de la CIA, que operó en secreto en el sur de Turquía durante dos semanas, para controlar que las armas que llegan a los rebeldes sirios desde Arabia Saudí y Qatar no caigan en manos de combatientes de Al Qaeda u otros grupos terroristas.