«Si me dejas me mataré»

«No puedo concebir la vida sin ti». Esta declaración tan dramática sólo pudo ser escrita por un Richard Burton encerrado en una de las historias de amor más apasionadas y apasionantes de la historia de Hollywood. Una relación que es de sobra conocida y de la que ahora se conocen algunos de sus detalles más íntimos. Elisabeth Taylor, la reina de los desvelos del galés, ha decidido sacar a la luz una serie de cartas de amor que reflejan la tormentosa relación que unió a los dos actores durante más de diez años.

Las misivas están incluidas en el libro titulado «Amor furioso: Elizabeth Taylor, Richard Burton y el amor del siglo», que se publicará en EE UU el próximo día 15, pero algunos extractos saldrán a la luz esta semana en la revista «Vanity Fair» y ya han sido adelantados por «The Daily Telegraph». En una de las cartas, las palabras del actor reflejan lo autodestructivo de su relación: «Tienes que saber cuánto te quiero. Tienes que saber lo mal que te trato. Pero lo fundamental, lo más vicioso, guarro, sanguinario e inalterable es que nos malentendemos totalmente el uno al otro».

«Mi tontita»

Además de un amor que superó los dramas de sus interpretaciones cinematográficas, Burton demostraba la gran admiración que sentía por su esposa, a la que llamaba cariñosamente «mi tontita» y definía como «probablemente la mejor actriz del mundo», y de una belleza «extraordinaria y única». «Cuando eres cómica, lo eres más que V. C. Fields, y cuando se espera de ti que seas trágica, eres trágica», le escribe a su esposa Burton, que aseguraba que el trabajo de grandes de la pantalla como Greta Garbo y Sarah Bernhardt sólo le provocaban «risa».

Otro de los fragmentos que han salido a la luz dan fe de los desen-cuentros en los que se vio envuelta la relación de los protagonistas de «¿Quién teme a Virginia Wolf?». Burton escribe: «Funcionamos en ondas distintas. Tú estás tan distante como Venus –me refiero al planeta– y yo estoy sordo a la música de las esferas. Te quiero y siempre te querré. Vuelve a mí en cuanto puedas».

Pero sin duda la joya de toda la colección es la carta que Taylor recibió tres días antes de la súbita muerte de Burton en 1984 a causa de un derrame cerebral. La misiva le llegó a su domicilio de California tras regresar del funeral del intérprete y, según confiesa la propia Taylor, aún tiene guardada en su mesilla de noche. En ella, Burton le pide una última oportunidad y admite que quiere «volver a casa» porque era mucho más feliz con ella. Ésta fue la única carta que la actriz no quiso entregar a los autores del libro. Por eso, sólo les leyó varios fragmentos.