Un bronce de valor incalculable

Estados Unidos es otro mundo y Australia, igual, aunque las «aussies» cayeran antes de tiempo. Tras ellas, Rusia, España, Francia, las anfitrionas, Brasil o Bielorrusia aspiraban a la porción de gloria que restaba. Las chicas de José Ignacio Hernández cerraron el torneo ante Bielorrusia con matrícula de honor. Ganaron por 77-68 en un partido extraordinario. Llegaron a mandar por 18 (33-15, min 12), soportaron los arreones de las bielorrusas (46-45, min 25) y terminaron conquistando un premio histórico; un éxito mayúsculo para una generación que ha convertido la obtención de medallas en algo normal. Suman cinco Eurobaskets seguidos en el podio (4 bronces y una plata) y el bronce mundialista es el salto de calidad para un grupo que todavía tiene un amplio futuro por delante.

El «fichaje» de Sancho Lyttle ha dado un plus al grupo con el que no contaba. Su influencia en el juego interior no tiene precedentes en la historia de la Selección. Ha sido la mejor anotadora y reboteadora y en los partidos importantes, el factor diferencial. Pero no ha estado sola. Amaya Valdemoro sigue siendo el alma del grupo. Fue la responsable directa del milagro en cuartos ante Francia. Con 34 años quiere seguir en el equipo y sueña con despedirse con una medalla olímpica en Londres. El relevo está garantizado con Alba Torrens. La mejor jugadora joven de Europa en 2009 ofreció su mejor versión precisamente ante las bielorrusas.

77. España (28+13+21+15): Palau (2), Valdemoro (16), Torrens (19), Montañana (12) y Lyttle (22) –quinteto titular–, Lima (2), Nicholls (–) y Martínez (–).

68. Bielorrusia (15+19+19+15): Verameyenka (20), Leuchanka (14), Marchanka (5), Trafimava (8) y Dureika (3) –quinteto titular– Tarasava (–), Likhterovich (2), Anufryenka (9), Troina (–) y Kress (7).