Motociclismo

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Un «canguro» inalcanzable

A Lorenzo le dolía la cadera después de su espectacular voltereta del sábado, y a Pedrosa, el trazado de Laguna Seca, sin ningún lugar para descansar la clavícula derecha, le dejó sin fuerzas a mitad de carrera. Stoner era el único que estaba «ileso» en la lucha por el triunfo y se notó.

Jorge Lorenzo persigue a Stoner justo a la entrada de la famosa curva del «sacacorchos», ayer en el circuito de Laguna Seca
Jorge Lorenzo persigue a Stoner justo a la entrada de la famosa curva del «sacacorchos», ayer en el circuito de Laguna Secalarazon

El australiano «enloqueció» en las últimas vueltas, con una remontada que incluyó dos adelantamientos espectaculares a sus rivales y un ritmo imposible de soportar. Casey hizo el trabajo en California justo al revés de lo que acostumbra. Cambió su habitual hachazo en las primeras vueltas por un poco de paciencia, esperando a que el depósito de la Honda perdiera combustible y la moto fuese más fácil de conducir. De paso, cuidaba los neumáticos, que le habían hecho perder posiciones cerca de meta en las dos últimas citas.

El espectáculo lo dejó para después del intermedio. Justo en el «ecuador» se quitó del medio a Dani en pleno «sacacorchos», en lo que era el comienzo de su exhibición. Para entonces, a Pedrosa ya le pesaba su máquina en los cambios de dirección y sólo podía pensar en terminar en el tercer lugar del podio. Por delante seguía Lorenzo, todavía ilusionado con culminar dos días sólo a la altura de los grandes campeones. La caída del viernes pudo ser el final de su temporada, aunque sólo fue un duro golpe que no le quitó la confianza. Pocas horas después de examinarse en la clínica móvil, salió a la clasificación oficial y se apuntó la «pole» con la autoridad del que lleva meses sin entrar en contacto con el asfalto.

Cojeando todavía se subió ayer a la Yamaha, se puso en cabeza y buscó la victoria sin pensar en otra cosa. Tiró a fondo hasta que la cadera y sus ruedas le frenaron. El arreón de Stoner hizo el resto. El «canguro» engulló la desventaja con gula, y casi se salió del trazado en la recta para adelantar para siempre a Lorenzo. Se puso delante a seis vueltas del final y ahí se acabó la historia. Siguió tirando a muerte, aunque no le hacía falta, mientras sus rivales trataban de que el dolor de sus heridas no fuese a más. «Pudo ser mejor, pero no está mal», decía Jorge, que ve un poco más lejos al líder tras dos carreras recortando la distancia. En cualquier caso, hay Mundial.