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De la Concha de la Academia al Instituto

El ex director de la RAE dirigirá el Cervantes. Se encargará de promocionar la cultura y la lengua española más allá de Hispanoamérica. Internet, EE UU y Brasil, entre los objetivos

De la Concha de la Academia al Instituto
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Remataba un artículo con las premuras del último momento. Un texto para una edición conmemorativa de «La ciudad y los perros», de Mario Vargas Llosa, al que todavía le quedaba un último repaso, un vistazo rápido para fijarlo y darle esplendor. El anuncio no llegó a través de una llamada del ministro de Educación, José Ignacio Wert, sino de la comparecencia televisada de Soraya Sáenz de Santamaría. «¿Pero ya hay confirmación?». Víctor García de la Concha (Villaviciosa, 1935) dirigió la Real Academia Española durante tres mandatos. Recogió el testigo de Lázaro Carreter y la misión de asentar las relaciones con Iberoamérica y conducir a la institución hacia la modernidad que traía el siglo XXI. Durante esos años, logró que las publicaciones de la RAE se convirtieran en auténticos «best sellers».

Destino diferente
A partir de hoy su labor será distinta. En sus manos recae el Instituto Cervantes, una casa hermana de la Academia. Pero ahora no deberá trabajar para reforzar el carácter panhispánico del idioma y su normativa. Tendrá que esforzarse para que la cultura y la lengua españolas asienten su influencia en un plano, el internacional, donde le aguardan muchos desafíos. Un territorio de fuerzas invisibles en el que se encontrará con la hegemonía del inglés y la pujanza del chino. «El Cervantes ha logrado consolidar la marca de enseñanza de español como lengua extranjera. Y este prestigio está consolidado. Pero ahora debe ofrecer el español más enriquecido y en toda su variedad», aseguró ayer en la sede de la RAE. Un propósito que vuelve a necesitar de una estrecha colaboración con Hispanoamérica, algo que siempre ha sido muy fructífero. «La lengua está considerada un vehículo de cultura. El Cervantes propaga la cultura y la lengua española. Pero eso también tiene que pasar por América».

Justo en la otra orilla del Atlántico están dos de los objetivos inmediatos que ha mencionado García de la Concha y que parecen formar parte de sus tareas inmediatas. Sus esfuerzos, a partir de este instante, no se concentrarán en sacar adelante otra edición de un diccionario o una Gramática. Ahora debe hacer hincapié en la difusión del español en otras culturas. Y dos de esas metas son Brasil y Estados Unidos, una nación que parece caminar lenta, pero inequívocamente, hacia el bilingüismo. «Tenemos que ir juntos con América en la difusión del español. Hay que expandirlo en Brasil, Estados Unidos y los países emergentes. La enseñanza del castellano en Europa está extendida. Igual que en los países del norte de África. Lo que sucede ahora es que nos encontramos en unos años difíciles, económicamente hablando. El Cervantes siempre ha trabajado con poco dinero. Pero ahora tendremos que ingeniárnoslas para seguir ahí».

García de la Concha, que considera que «el Cervantes no es sólo una escuela de idiomas», recibió una llamada del ministro de Educación el jueves por la tarde, durante la sesión plenaria que se celebra en la RAE. Fue Wert quien le comunicó que habían propuesto su nombre. El acuerdo había que cerrarlo con el Ministerio de Exteriores. Desde entonces, García de la Concha, guardó prudencia y silencio. No hubo problema al final. Todo salió bien.

Un idioma demandado
Ahora, él, mientras aguarda el juramento del cargo –que se prevé para finales de la semana que viene–, se muestra optimista. «Hoy se reclama el español. Existe una voluntad de conocimiento de nuestra lengua. Las universidades están llenas de estudiantes chinos y coreanos, por ejemplo». Un interés que se manifiesta más allá de nuestras fronteras. Este fenómeno encuentra eco en todas las naciones hispanohablantes de América, que, desde hace tiempo, se esfuerzan por reforzar y potenciar este área de sus departamentos. España, como recalcó el ex director de la RAE, actúa, sin embargo, como un nexo de unión entre las tierras de América, Europa y África. Es todavía un punto de encuentro, una síntesis y un puente entre todos los hispanohablantes y las demás culturas.

Pero en el horizonte de este paisaje también despuntan desafíos que hay que afrontar. Uno de ellos es la ciencia. Un campo donde el español juega a la sombra del inglés. «La ciencia siempre ha tenido una lengua franca –comentó ayer García de la Concha–. No sólo la ciencia, también el comercio o la navegación aérea... No es el inglés de Shakespeare. Es el inglés de mil palabras. Es una lengua intermedia mal llamada franca. Antes jugó ese mismo papel el francés. Pero todo esto no quita para que desempeñe un papel importante el mundo de la traducción, que resulta tan interesante. Ahí existe un déficit de atención al mundo de la traducción que sería un instrumento muy importante para la difusión del conocimiento científico».
La otra cuenta pendiente del español se juega en la órbita de lo digital. En un mundo cada vez más conectado a internet, nuestra lengua parece que comenzó a adentrarse en esa esfera con retraso, lo que ha supuesto una desventaja. «Es cierto que llegamos tarde, pero en los últimos años hemos presenciado un despegue del español en la red que ahora es monumental y exponencial. Ahora estamos en el buen camino y dentro de muy poco tiempo nuestra lengua tendrá en la red la presencia que le corresponde por demografía».

Otro de los escollos que el español ha encontrado es la incapacidad para que las obras literarias se traduzcan en Estados Unidos (salvo el éxito editorial que tuvo Roberto Bolaño). «Desde luego se deben fomentar las traducciones en Estados Unidos. Pero la industria editorial española es muy poderosa. Ahora se está abriendo a lo digital, por ejemplo. Y ese va a ser el futuro inmediato». 

 

La Anécdota
Vargas Llosa
El Premio Nobel rechazó incorporarse al Cervantes. De la Concha entiende su decisión por el año que ha vivido el novelista tras el Nobel. García de la Concha ha aceptado representar a esta institución en la dirección. Pero le ayudará, sin duda, en un puesto aún sin concretar Rafael Rodríguez Ponga.

 

El «canon», todavía pendiente
García de la Concha está preparando un libro que dará que hablar. Se iba a publicar al final de este trimestre o comienzos del que viene. Ahora se ha retrasado y de momento no tiene fecha exacta de publicación (en la imagen, la portada prevista). Es una apuesta. Y una obra ambiciosa para un filólogo. Se titula «El canon» de la lengua española. Los 250 libros imprescindibles. Una obra donde García de la Concha selecciona y comenta los mejores títulos de la literatura española.