El «match point» para el cambio

MADRID- El PP se la juega en Andalucía. La obtención de una mayoría absoluta holgada dependerá del resultado que obtenga en el tradicional feudo socialista. De ahí que haya colocado a su equipo económico al completo en las cabezas de lista de cada una de las ciudades andaluzas. Se trata de transmitir credibilidad en una cuestión tan sensible, como es el bolsillo de los españoles, en una de las autonomías más azotadas por el desempleo.

La mala gestión de la crisis de los gobiernos central y andaluz, junto con los escándalos de corrupción en Andalucía, como el de «los ERE», pasarán, sin duda, al PSOE una elevada factura en esta comunidad, según coinciden en pronosticar todas las encuestas. Amén de la guerra de guerrillas que mantiene dividida en dos a la familia de los socialistas andaluces desde que Manuel Chaves cambió el Ejecutivo autonómico por el central.

En este escenario, todas las capitales de provincia en Andalucía podrían cambiar de color el 20-N, después de décadas de hegemonía socialista. La plaza más reñida, sin duda, será la ciudad hispalense, donde los socialistas repiten cabeza de cartel. Con Alfonso Guerra, esperan ganar, una vez más, la batalla a los populares. Sin embargo, en esta ocasión lo tendrán más complicado. Los populares, conscientes de la que se juegan, han colocado como cabeza de cartel a uno de sus pesos pesados en materia económica, Cristóbal Montoro. El ex ministro de Hacienda está dispuesto a dejarse la piel en la contienda frente al incombustible Alfonso Guerra.
Con independencia de la batalla por Sevilla, si el PP consigue el 20-N cambiar el color de Andalucía, tradicional granero de votos del PSOE, se allanará sobremanera el camino de Javier Arenas hacia la Presidencia de la Junta de Andalucía en los comicios autonómicos de marzo.

EL PULSO
Cristóbal Montoro
Un peso pesado
El PP ha elegido a todo un peso pesado de la economía para encabezar la lista por Sevilla. Cristóbal Montoro, de cuna jienense, ocupó la cartera de Hacienda en la segunda legislatura de Aznar. Hay quien lo ve ya como vicepresidente económico del Gobierno de Mariano Rajoy. En estos años, se ha ganado a pulso una reputada fama de economista prestigioso, coherente y prudente.

Alfonso Guerra
El diputado incombustible
Es el único político español que permanece en su escaño del Congreso de los Diputados de manera ininterrumpida desde los albores de la democracia. Ocupó la Vicepresidencia del Ejecutivo en los sucesivos gobiernos de Felipe González hasta que su relación saltó por los aires, al calor del «caso Guerra». Sin duda, es de los políticos socialistas más reputados y duros de pelar.