Castilla-La Mancha
Alfonso Rus: «A Camps lo quiero mucho pero ahora me debo a Fabra»
El presidente de la Diputación de Valencia cree que no se puede pedir eternamente, hay que gestionar lo que se tiene
¿Ya ha hablado con Alberto Fabra?
-La noche de autos me llamó y me dijo que le habían dicho que estaba un poco disgustado y le expliqué por qué era el disgusto, y me puse a su disposición automáticamente.
-¿Cuál era el motivo del disgusto?
-Que nosotros aquí no estamos para poner carteles y poner paletas en los sobres. Si en un momento determinado a la gente que hemos estado ahí apoyando no nos dicen nada, parece que no pintemos nada. Y él me dijo que entendía que estuviera caliente y que lo compartía.
-¿En todo caso estaría caliente con el ex presidente?
-Con el ex presidente anterior hable el día siguiente y se lo dije. Son situaciones que pasan y es comprensible, pero no aceptable. Lo que pasa es que algunos entendieron que el problema era Castellón, y el problema no son las provincias, son las personas, y si la persona es la adecuada, pues estamos de acuerdo.
-Carlos Fabra ha dicho que con él tampoco han cumplido las formas a veces y no ha armado tanto lío.
-Él arma más, porque él ha hecho ruedas de prensa y Ejecutivas y yo no he hecho ninguna de las dos cosas. Si no ha armado lío él, no sé quién lo ha armado. Además, yo a Carlos Fabra ya le pregunté qué le hubiera parecido que te citen a las siete de la tarde en la sede sin decirte para qué y hubiera entrado Paco Camps con Alberto Fabra y hubiera dicho: éste es mi sucesor. ¿Tú qué hubieras dicho?, y Fabra dijo huuuuuuy! Hay formas y formas. Yo no dije nada. Me quedé mudo. Yo no he hecho Ejecutivas para el malestar. Algo que en Castellón, bajo su criterio, reunían Ejecutivas y decían: nos toca no sé qué…
-¿A usted le toca algo en el Consell que tendrá que hacer Fabra?
-A mí, nada. El Consell lo tiene que hacer Alberto Fabra, y él será el único responsable de que funcione o no funcione, como yo en la Diputación he elegido a quien creía conveniente.
-¿Y no le recomendará a nadie?
-Si él me pregunta, yo se lo explicaré.
-¿Y si no lo hace, se enfadará?
-Yo no me enfado, yo ya soy mayorcito para eso.
-Está cómodo en Les Corts con el ex presidente a su lado.
-Para mí él ha sido una persona que me ha ayudado mucho. Por unas cositas, uno no puede cambiar la trayectoria.
-¿Ha hablado con él?
-Sí, el día después de la noche de autos.
-Cuando nombró el último Consell usted le echó en cara que no le había consultado nada.
-Él era el presidente y él ha hecho lo que ha creído conveniente y era el responsable de que esto funcione o de que no funcione.
-¿Ha funcionado en los últimos tiempos?
-(Se lo piensa) Bueno… Hasta el momento nos han votado porque la gente creía que ha funcionado. Es que todo ha cambiado. La gente ahora valora gestión, que se tenga un puesto de trabajo, que se paguen las facturas. Antes, la gente, como no tenía ese apremio o esos problemas, valoraban otras cosas, ahora es gestión: pagar a los proveedores, dar la cara, crear puestos de trabajo y sobre todo salir a la calle y oír a la gente.
-¿Usted se ha arrepentido de liderar esa comida de alcaldes que organizó con Rita donde la balanza cambió del zaplanismo al campismo?
-Yo, a Paco Camps lo aprecio mucho. A él y a su familia. Y todo lo que quiera a nivel personal lo tendrá, y todo lo que quiera a nivel político… ahora me debo a Alberto Fabra.
-¿Ha hablado con Génova?
-No, en Génova piensan que nos apañemos y que les dejemos tranquilos.
-¿Por qué no ha venido Cospedal a la jura de Fabra?
-No lo sé, tendría bastantes problemas en Castilla-La Mancha para arreglar las cuentas.
-¿Y qué problema tiene usted con Cotino?
-Ninguno. Yo hoy (por el jueves) he estado con él y me ha preguntado que cuándo eran las fiestas (de Xàtiva), que vendrá el día que quiera.
-¿Pero usted no se ha enfrentado al sector denominado cristiano en el PP?
-Yo no soy de los moros, yo soy de los moros y de los cristianos. Mi enemigo político es el Partido Socialista. Yo no sé por qué han empezado a decir lo que no era, pero alguien sabrá por qué están haciendo eso.
-Pero usted dijo que el entorno de Camps le aconsejaba mal
-No, yo lo que dije es que la situación que se ha producido al final ha sido porque en su momento no se tomaron las soluciones que se tenían que haber tomado. Pero a mí, entonces no me consultaron…
-Ya van tres veces que no le han consultado…
-Hay mucha gente que lo sabe casi todo…
-¿En quién esta pensando?
-En muchos. El día que alguien crea que ya no le hacen falta los demás, que no escuchas a nadie y que ya te crees que eres «el nostre Senyor», estás liquidado.
-¿Qué tiene Alberto Fabra que no tenía Rita Barberá?
-No sé. A mi Rita siempre me ha dicho que ella no quería ser, porque, si no, me lo hubiera dicho, a lo mejor ahora estaría más enfadado porque no hubiera sido Rita.
-Pero dicen que usted estaba detrás, sabedor de ello, para presentarse como relevo.
-Yo si hubiera querido ser, estaría ahora enfadado por no ser…
-¡Es que está usted enfadado, presidente!
-¡Yo no estoy enfadado!. Yo estaba enfadado esa noche y, cuando salí de allí, me fumé un puro. Estaba más contento… porque ya teníamos presidente y porque el otro presidente había descansado. Yo estuve enfadado desde las cinco y media hasta las nueve.
-Pues su cara en el paseíllo de la calle Navellos…
-Hombre, no iba a ir tocando la guitarra. Y en Les Corts hacía calor, la sesión fue larga… al final uno está cansado.
-Dicen que la apuesta del ex presidente era Paula Sánchez de León.
-Lo lógico era eso porque era la vicepresidenta.
-¿Y usted se hubiera enfadado más o menos?
-Yo no me enfado. ¡Si lo han hecho todo ellos! Yo me he enterado como Felipe González: por la prensa.
-¿Usted ve a Camps en su escaño?
-Si me pide mi opinión, se la daré, pero él es sensato. Es un activo en el partido, les guste o no. Y aún tiene que ir al juzgado y yo creo que saldrá absuelto. Y si sale absuelto, tiene mucho recorrido. Que nadie le dé por muerto.
-¿Ha quedado para hablar con Fabra?
-Cuando él quiera.
-¿No se han emplazado?
-No hace falta. Ayer mismo pasaba el secretario general por ahí y me llamó para ver si podía subir a verme y me preguntó cómo estaba. Y luego sale que vino a leerme la cartilla.
-¿Y no se la leyó?
-A mí no me lee la cartilla ni Clemente ni nadie. Si acaso la leería yo.
-¿Y no hablaron de la situación?
-Hablamos de lo que estaba saliendo en los medios, de Cotino… Ni idea. Yo cuando tengo que decirle a uno algo, se lo digo a la cara y con Cotino tengo bastante libertad para decirle lo que le tenga que decir, igual que él a mí. Yo no he tenido nunca ningún problema con Cotino. Alguien puede tener diferencias conmigo porque empiezan a decir que tengo poder. Si lo hubiera tenido, el presidente hubiera pasado por mí. Lo que sí tengo es la razón de decir que a los militantes habrá que dar una explicación de por qué, cómo y de qué forma se ningunea a los presidente provinciales. Como yo, cuando tengo que hacer algo en una comarca, le consulto al presidente comarcal, pues a mí me hubiera gustado que me hubieran consultado, pero ha pasado lo que ha pasado, pues apoyaremos a Alberto a morir.
-¿Usted forma tándem con Blasco?
-Blasco es una persona que se puso en marcha y entiende que el partido es primordial y que es la base para ganar unas elecciones. Y es un hombre que todos los sábados nos acompañaba como un militante más. Otros no venían porque no podían o porque no les daba la gana.
-¿ Esas excursiones con Blasco y un par de encuentros con los otros presidentes provinciales han podido originar que ahora no se le consulte?
-No lo sé. A Blasco le habían dicho que sería conseller y, de la noche a la mañana, no lo es.
-¿Entonces puede ser ese el motivo, que usted se estaba haciendo fuerte en la provincia?
-Es que yo siempre estaré fuerte. El día que no lo esté, me iré.
-¿El Consell debería de haber puesto su cargo a disposición de Fabra?
-Yo creo que sí.
-¿Y por qué no lo han hecho?
-No lo sé.
-¿Y cree que Fabra debería hacer cambios?
-Tiene que ser él. El equipo ha de ser técnico y también político, que en política hay buenos gestores.
-¿Ve al Consell con poco peso político?
-No tiene ningún peso político.
-¿Ve a Fabra de cartel electoral dentro de cuatro años?
-Si lo hace bien, sí. Gestión, no van a valorar que sea alto, bajo o «salaó», la cuestión es gestión.
-Ha habido dirigentes alicantinos presentes en la jura de Fabra. ¿Va a volver a integrarse esa facción en el partido?
-No lo tengo claro. Es mejor sumar que restar, pero no lo tengo claro.
-¿Usted coincidía con la política de Camps de exterminar al PP de Alicante?
-No en absoluto, yo creía que lo mejor era sumar y no restar. Si este es un partido con altura de miras, tendrán que ver por qué se ha perdido en Alcoi, en Villena, en Orihuela, en Benidorm, y yo creo que hemos perdido nosotros, no que ha ganado el PSPV.
-Dicen que usted no convoca el Comité provincial para evitar voces críticas.
-Aquí, si se levanta la mano, será por otras cosas
-¿Qué cosas?
-Pues para que se pague a las empresas. Aquí hay que gestionar, ha cambiado todo mucho y a los políticos nos exigen que tanto tengo, tanto gasto. Pero aquí cada cuatro años hay elecciones y hay que gastar. La gente ya pide a los políticos que pisen suelo. ¿La solución es quitar tres asesores, un coche y una corbata? ¡Xé, por favor! Hay que hacer gestión.
-¿Usted, como empresario, se siente desamparado?
-Hombre, yo es que no le vendo a la Generalitat...
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