Bogotá
Santos teme más a la abstención que a Mockus
El todavía presidente Álvaro Uribe aconsejó "suspender por un ratico los partidos de fútbol y cumplirle a la democracia".
Se espera que a las cuatro de la tarde cierren las urnas e inicie el conteo en todo el país, por parte de la Registraduría.No sólo el nombre del nuevo Presidente de la República lo definirán hoy los colombianos, con sus votos, en las urnas. Uno de los principales retos es derrotar la amenaza de un aumento en la abstención por cuenta de unos resultados ya intuidos a partir de las encuestas sobre intención de voto, y la fiebre del fútbol mundialista.Muchos analistas son pesimistas de que hoy se logre siquiera la votación de la primera vuelta del pasado 30 de mayo, aunque la tradición sugeriría esperar un aumento del 20 por ciento.De hecho, la participación electoral en la primera vuelta fue más baja de lo que se esperaba. De los 29.983.279 ciudadanos habilitados para votar, la Registraduría había vaticinado que habría una votación de por lo menos 16 millones, pero las urnas apenas reportaron 14.781.020, con una abstención del 50,76 por ciento."Creo que en esta segunda vuelta va a haber menos votación que en la primera, porque unos piensan que ya ganaron y otros que ya perdieron", dijo Jaime Duarte, coordinador del área de gobierno de la facultad de finanzas, gobierno y relaciones internacionales de la Universidad Externado de Colombia.Notificado de esta amenaza, el candidato Juan Manuel Santos, quien según todas las encuestas se alzará hoy con la Presidencia, dijo esta semana: "Quiero invitarlos a que metamos un gol, pero un gol al abstencionismo, (...) porque ese es el mejor partido que podemos jugar, el partido por Colombia y por su futuro"."El voto es imprescindible, hay que votar, invito a la gente a votar este domingo", dijo también Antanas Mockus, con tono de preocupación.El presidente Álvaro Uribe aconsejó "suspender por un ratico los partidos de fútbol y cumplirle a la democracia".GobernabilidadAltos niveles de votación mejorarían sensiblemente los índices de gobernabilidad. Si el Presidente gana por una mayoría significativa, tendrá más autoridad frente a los demás actores políticos.Esta situación se reflejará, particularmente, en el Congreso, que con una coalición ampliada (de cerca del 87 por ciento de sus miembros) va a ser determinante en las decisiones políticas.En esa búsqueda de legitimidad política, la votación del Presidente sobre su adversario, y la de los comicios presidenciales frente a los legislativos, juegan.Y aunque la presencia activa de las guerrillas es cada vez menor en el país, una mayor votación también tiene impacto sobre expresiones ilegales que aún piensan que pueden llegar al poder por la vía de las armas.En definitiva, un Presidente con una votación alta tiene mayor capacidad de poner en marcha sus políticas. Mayor legitimidad.El uribismo y sus políticasEn virtud de que Juan Manuel Santos representa de manera expresa la continuación de las principales políticas públicas del presidente Álvaro Uribe, los colombianos definirán con sus votos la permanencia o no de estas, con "los ajustes"necesarios de los que ambos han hablado.Si Santos gana, habrá fundamentalmente un cambio en el estilo de gobernar. El mismo Santos ha dicho que Uribe es Uribe y él es él."El país se va a jugar por la continuidad de unas políticas, pero con énfasis en nuevos criterios de gerencia y administración", dijo Marcela Prieto, directora del Instituto de Ciencia Política.Aunque Santos lleva activo casi 20 años en asuntos políticos partidistas y ha ganado luchas en este campo, es visto todavía como un técnico. Esto debido a que no se había sometido a elecciones populares y al carácter de los tres ministerios que desempeñó: Comercio Exterior, Hacienda y Defensa."Va a haber cambios más fuertes de los que uno puede creer. Santos no se va a dejar imponer un estilo distinto al suyo, pues viene de un sector social influyente, tiene trayectoria en el manejo del Estado y es hábil y talentoso", dijo Rubén Sánchez, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.Sánchez y Prieto opinaron que si Santos gana, puede haber un cambio pronto y favorable en el manejo de asuntos fundamentales como las relaciones con los países vecinos (Venezuela y Ecuador) y en en lo interno, con las Cortes.
Un nuevo énfasisTambién, dentro de los "ajustes"a algunas políticas actuales, se advierte, por ejemplo, la inclusión del concepto de "prosperidad democrática"de Santos, como una etapa a construir sobre los logros de la Seguridad Demcrática de Uribe.Y dada la formación y experiencia de Santos, hay quienes creen que si es elegido Presidente podría concentrar sus esfuerzos más en impulsar niveles de crecimiento económico que en reformas políticas.Y aunque Mockus dijo durante su campaña que mantendría muchas políticas de Uribe, entre otras la Seguridad Democrática, la profesora Prieto opinó que "existe la creencia generalizada de que esa continuidad la haría mejor Santos".La propuesta de Mockus de un crear un Gobierno más sustentado en alianzas ciudadanas que en coaliciones partidistas, de lucha frontal contra la corrupción y el clientelismo, también está sobre la mesa para que los colombianos elijan hoy.
El papel de la oposiciónOtra de las decisiones que los colombianos tomarán hoy en las urnas es asignarle un espacio específico a la oposición.El Polo, principal fuerza opositora, decidió optar por la abstención y va a tener dificultades para reclamar hoy algún trofeo electoral por cuenta de esa divisa. La abstención no tiene voceros.En el Congreso, el Polo apenas pudo conquistar 12 de las 268 curules, el pasado 14 de marzo. Otra cosa será el voto en blanco, que sí entraña una expresión política de castigo.En caso de no ganar la Presidencia, como advierten las encuestas, el Partido Verde tampoco va a jugar a convertirse en opositor radical.Enrique Peñalosa, uno de los líderes más fuertes de los verdes, ha dicho que esa organización quiere ser vista como una expresión política de centro, no necesariamente de izquierda o de oposición.De acuerdo con la votación que los verdes obtengan hoy en las urnas, así será su futuro. Mockus y su equipo han reclamado como un triunfo indiscutible el haber pasado a segunda vuelta con apenas unos meses de vida, y se aprestan a participar de manera decisiva en las elecciones regionales del próximo año.
Historia de dos segundas vueltasDesde que la Constitución del 91 estableció en el artículo 190 que si ninguno de los candidatos presidenciales obtiene "la mitad más uno de los votos (...) se celebrará una nueva votación", solo han existido dos segundas vueltas: en 1994 y 1998.El 19 de junio de 1994, Ernesto Samper (liberal), quien había obtenido el mayor respaldo en primera vuelta, se impuso con 3'733.336 votos sobre Andrés Pastrana (conservador), quien consiguió 3'576.781 votos.Samper le sacó a Pastrana en esa segunda vuelta una diferencia de 156.555 sufragios. Entre primera y segunda vuelta de 1994 la abstención se redujo del 66,05 por ciento al 56,68 por ciento. La votación pasó de 5'821.331 en primera a 7'427.742 en segunda.En 1998, aunque Andrés Pastrana había perdido la primera vuelta frente a Horacio Serpa (liberal), logró ganar la Presidencia en la segunda. Pastrana obtuvo 6'114.752 votos y Serpa 5'658.518. Pastrana se impuso sobre Serpa por 456.234 sufragios.En la segunda vuelta de 1998 concurrieron a las urnas 12'310.107 ciudadanos, mientras en la primera habían participado 10'753.465 colombianos.En el 2002 y el 2006, Álvaro Uribe ganó la Presidencia en primera vuelta.
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