Asuntos sociales

El capador

La Razón
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La Gran Vía de Madrid se ha convertido por unos días en el paseo de la vergüenza, se han colocado estrellas que recuerdan a las víctimas de la violencia de género. Espero que esa llama se mantenga viva durante mucho tiempo en la conciencia de los madrileños. Vaya por delante que deseo el mayor ostracismo para aquellos que prevaliéndose de su superioridad física, abusan de su condición y vulneran los derechos de los demás, caiga la ignominia sobre ellos.
Sin embargo con la misma energía que Madrid defiende a sus víctimas, todos debemos resistir frente a la barbarie sexista del Gobierno, cuya única finalidad, de nuevo, es conseguir un puñado de votos y una foto políticamente correcta.
El Consejo de Ministros ha aprobado una reforma del Código Civil por la que a los imputados por violencia de género, cautelarmente, se les retire la custodia de sus hijos. Esta decisión, que sólo afecta a los hombres, ya que son ellos los únicos que pueden ser imputados por maltrato, acaba con la presunción de inocencia, rompe el principio de no discriminación por razón de sexo y finalmente, al no graduar la medida cautelar en relación a la gravedad del maltrato, acaba con la seguridad jurídica. El Gobierno ha criminalizado preventivamente a todo el género masculino. Si Berlanga no hubiera muerto, en poco tiempo en vez de «El verdugo», tendría que rodar «El capador».