«Narcosubmarinismo» lo último en tecnología para los traficantes

Como bien indica su nombre, el narcosubmarinismo consiste en transportar las mercancías de droga ilegal bajo el agua a través de unos submarinos que, con el paso del tiempo, han ido evolucionando hasta alcanzar niveles de sofisticación extraordinarios.

Hace un par de años, los submarinos utilizados para transportar droga eran "semisumergibles", ya que sólo podían viajar a unos cinco metros de profundidad (el periscopio que utilizaban era la única parte visible desde la superficie). Aunque su capacidad dependía del modelo, los mejores eran capaces de transportar diez toneladas de droga y hasta a cuatro personas de tripulación. Alcanzaban una velocidad media de seis nudos por hora gracias al motor de diésel que llevaban incorporado y a los materiales ligeros -especialmente la fibra de vidrio- con los que eran construidos.

Pero los últimos modelos conocidos por las fuerzas de seguridad han dejado muy atrás a sus predecesores. Por descontado que han aumentado su velocidad y su capacidad para transportar mercancías. Pero a estos últimos "submarinos narcotraficantes"además se les ha incorporado la última tecnología.

Disponen de equipos de comunicación y navegación y, lo más importante, tienen un dispositivo que evita que sean detectados por los aviones especialistas en rastrear cargamentos de droga. Incluso, muchos submarinos de esta nueva generación no necesitan ni tripulación, ya que pueden ser dirigidos por control remoto. Tanta tecnología ha hecho que sus costes se disparen y superen fácilmente los dos millones de dólares. Pero parece obvio que la inversión merece la pena.

Cruzar el Atlántico
El descubrimiento del primer "narcosubmarino"totalmente sumergible no ha sorprendido en absoluto a analistas y expertos en el contrabando de estupefacientes, ya que han visto cómo desde un principio los narcotraficantes iban mejorando estas sofisticadas naves acuáticas.

Tan halagüeño es el futuro de este sistema, que lo que en un principio parecía ser un método exclusivo para cubrir distancias cortas (habitualmente de Ecuador o Venezuela a Centroamérica y Estados Unidos), ahora es capaz de afrontar distancias mucho más largas: el último caso ha sido el hallazgo de un submarino con autonomía para cruzar el Atlántico.

La práctica del "narcosubmarinismo"se ha extendido tanto en los últimos años que países como Perú ya cuentan en su Policía con unidades especializadas en la lucha contra esta modalidad de contrabando. En concreto, la Unidad de Buceo de Combate contra el narcotráfico de este país andino ha sido creado ante la evidencia policial de estas nuevas modalidades subacuáticas que los carteres internacionales están empleando para transportar su mercancía.