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Ultimátum de EE UU a Mubarak: «La transición debe empezar ya»

Durante estos días, Barack Obama ha medido al milímetro sus palabras sobre la crisis egipcia. Sin embargo, la Casa Blanca ya ha empezado a transmitir su mensaje de una forma más contundente. Así las cosas, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó ayer que la transición «debe empezar ahora; y ahora significa ahora», aclaró.

La Razón
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A la exigencia de la Casa Blanca, se sumó la del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la de otros líderes europeos. Y ahora que el fin del régimen de Mubarak, el tradicional aliado de Washington en la zona, está cerca, la sombra de la duda planea sobre la Casa Blanca: ¿Merece la pena una revolución democrática si lleva a los Hermanos Musulmanes al nuevo gobierno de Egipto?

La administración Obama se ha mostrado cauta sobre el lugar de este grupo en el futuro de Egipto. Fundado en 1928, es originariamente fundamentalista. En la actualidad sus dirigentes han apostado por una metodología no violenta. Pero a Obama le resulta imposible pasar por alto su objetivo tradicional: implantar en Egipto un estado islámico basado en la ley musulmana y el rechazo a la influencia occidental.

Washington y Europa tienen preocupaciones legítimas sobre sus posturas, aunque los Hermanos de la actualidad no son los mismos del pasado. Han renunciado a la violencia. También, se han comprometido a promover la alternancia de poder, la soberanía popular o la independencia judicial. Pero, conservan ideas impensables en el mundo occidental: intolerancia con las minorías religiosas o nulo respeto a los derechos de la mujer.

La falta de confianza de la administración Obama en los Hermanos viene motivada por su hostilidad hacia Israel. Pero este grupo no es homogéneo y se divide entre los que no aceptan el derecho a la existencia de Israel y los que favorecen una solución de dos estados. En todo caso, muchos analistas consideran probable que Washington tenga que aceptar en El Cairo a nuevas facciones, aunque algunas no sean de su completo agrado.