Bruselas

El Gobierno húngaro cede y garantiza que el Banco Central será independiente

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunció hoy que renuncia a fusionar el Banco Central (MNB) con una nueva entidad supervisora y aseguró que el banco emisor seguirá siendo independiente, en lo que supone un paso atrás en la polémica reforma legal que ha sido denunciada por la Unión Europea.

En unas declaraciones a la radio pública, el político conservador indicó que no ve problemas en enmendar varias polémicas leyes aprobadas gracias a la rotunda mayoría absoluta de que dispone en el Parlamento y que le han costado al país magiar la apertura de tres procedimientos sancionadores por parte de Bruselas. Orbán indicó que confía en cerrar un acuerdo político con la Comisión Europea y explicó que no será difícil modificar esa legislación.


El Gobierno pretendía subordinar el Banco Central a una nueva institución, con la unión del MNB y la Autoridad Estatal de Supervisión de Entidades Financieras (PSZÁF), cuyo jefe sería nombrado por el Presidente, en una transformación que dejaba al actual gobernador del banco emisor en un segundo plano.


Ahora Orbán afirmó que el Gobierno "prescindirá de este paso"y que el MNB y la PSZÁF "funcionarán independientemente". El único punto de fricción puede estar, según Orbán, en la insistencia del Gobierno de que el Consejo rector del banco emisor sea obligado a jurar la nueva Constitución que ampara esas reformas legales. "En los otros asuntos no pienso que haya problema", agregó Orbán.


La CE ha explicado que los procedimientos sancionadores se dirigen básicamente contra las reformas que amenazan la independencia del Banco Central y de la autoridad responsable de la protección de datos. También denuncian la decisión del Gobierno húngaro de adelantar la edad obligatoria de jubilación de los jueces a los 62 años, lo que en la práctica se ha traducido en una "purga"que afecta a más de 250 magistrados, equivalente al 10 % del total.
La Comisión Europea ha puesto la modificación de esas leyes como condición para la entrega a Hungría de un préstamo necesario para sanear la maltrecha economía nacional.
Hungría ha iniciado negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y con la UE para obtener una ayuda de 15.000 a 20.000 millones de euros que evite la quiebra del país.
El préstamo "es importante para el país"reiteró hoy Orbán y añadió que espera un acuerdo "rápido".