Valdés no se congela nunca (2-1)

Ser portero del Barça es una de las profesiones más peligrosas del mundo. No sólo has de aguantar la presión del Camp Nou, implacable con sus guardametas, sino que eres el primer atacante del equipo y el último defensor. Con el sistema de Guardiola, el portero entra mucho en juego y tiene prohibido chutar el balón en largo. Además, con tanta posesión de balón, las llegadas del rival suelen ser más bien escasas, pero de lo más peligrosas. Y no existe nadie mejor en el mundo que Víctor Valdés para adaptarse al puesto.

La visita de la Real Sociedad al Camp Nou sirvió para que el de L'Hospitalet sumara una gesta más a una lista interminable, que pasa inadvertida para el gran público, pero no para su entrenador y sus compañeros. Ifrán, en la primera parte, y Griezmann, en la segunda, se presentaron solos ante Víctor Valdés con el balón controlado. En ambas ocasiones, el portero ganó la partida al delantero. Dos acciones que pudieron cambiar el rumbo del partido y, quién sabe, si también de la Liga, pero que Valdés añadió a su brillante currículum. Sólo Carlos Vela, ya con 2-0 en el marcador, fue capaz de batirle.

Pep Guardiola nunca ha escondido que le gusta trabajar con la gente más joven. «Lo dan todo porque saben que tienen que ganarse el sitio», decía el viernes. Desde que llegó al banquillo, su apuesta por La Masía ha sido indiscutible. Sergio Busquets o Pedro pueden dar fe de ello, jugando una final de «Champions» en su primera temporada con los «mayores». El técnico ha sido fiel a su filosofía cuando las cosas iban viento en popa y, ahora que no van tan bien, dice mucho de él que siga apostando por los jóvenes.

Las bajas del Barça, combinadas con esa confianza ciega de Guardiola, derivaron en un once revolucionario, con Cuenca y Tello como acompañantes de Messi en ataque, y Jonathan dos Santos de mediocentro. Philippe Montanier, por su parte, vio reflejado en el campo el trabajo de la semana. Sus jugadores plantearon un excelente juego posicional, con las cosas muy claras a la hora de atacar en cada recuperación, pero que se vio desarbolado por el juego de pases cortos y paredes de los azulgrana cuando se acercaban al área. No andan muy finos los delanteros barcelonistas de cara a puerta y el partido de ayer no sirvió para romper esa mala racha.

El que sí se rencontró con el gol fue Messi, tras tres partidos sin marcar y después de desperdiciar previamente dos ocasiones clarísimas para inaugurar su cuenta y que hubieran ahorrado agonías posteriores. El argentino, eso sí, demostró que sin estar a tope sigue siendo uno de los jugadores más desequilibrantes del mundo. Un pase suyo acabó en el primer gol de la fría noche, obra de Tello. El rápido extremo del filial volvió a dejar muestras de su desequilibrio, siempre por velocidad, cada vez que encaró a su par.

El gélido ambiente que se vivió en el coliseo azulgrana, los precedentes frente a la Real Sociedad, que ya remontó un 0-2 en la primer vuelta ante los azulgrana, y los recientes tropiezos ligueros, no auguraban un final tranquilo, ni siquiera con los dos goles de ventaja. El gol de Vela sembró el pánico, pero la reacción donostiarra se quedó ahí. Los «culés», helados física y moralmente, regresaron felices a casa soñando con la calefacción.

Ficha técnica:
2 - Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Abidal, m.76), Mascherano, Adriano; Dos Santos (Busquets, m.76 (Piqué, m.82), Thiago, Cesc; Tello, Messi y Cuenca.
1 - Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Mikel González, Iñigo Martínez, Cadamuro; Aranburu, Markel, Rubén Pardo (Llorente, m.78); Xabi Prieto (Aguirretxe, m.83), Griezmann; e Ifrán (Vela, m.58).
Goles: 1-0. m.9: Tello. 2-0, m.72: Messi. 2-1, m.74: Vela.
Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró cartulina amarilla a Iñigo Martínez (m.34) y a Llorente (m.88).
Incidencias: Asistieron al encuentro 52.646 espectadores en partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada disputado en el Camp Nou. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de Port Said (Egipto).