Gastronomía
Minidosis de creatividad culinaria
Nino Redruello elabora en La Gabinoteca bocados de cocina tradicional renovada
Según entra el cliente por la puerta sabe que se encuentra en un local diferente, informal y divertido. Y esta última característica también se nota en la comida. Al frente de los fogones encontramos liado a Nino Redruello, quien se las ingenia para que sus creaciones de cocina tradicional rejuvenecida, aliñada con una presentación original, como a él le gusta definir su trabajo, provoquen que los clientes abandonen el establecimiento de mejor humor del que entraron. Hijo de los propietarios de La Ancha, un clásico de la buena mesa en la capital, inauguró junto a su hermano Santi hace ya cuatro años Las Tortillas de Gabino y este rincón del buen rollo, ambos con Hussu Istambuli.
El diseño del local lleva el sello de Ping Pong Aquitectura, que creó un espacio con dos alturas con mobiliario de madera, acero y objetos que parecen viejos, o lo son. Una de las paredes exhibe las fotos de las obras, mientras otra acoge una pizarra en la que escribir lo que le venga en gana y de la de enfrente cuelgan dibujos infantiles. Los percheros de las esquinas son de lo más útiles, igual que el aparato colocado en las mesas para llamar al camarero.
Juego del vino
La carta, cuyas recetas denomina «ideas alborotadas... en pequeñas dosis», está dividida en varios apartados –para empezar, continuamos, para terminar y postres), así que lo suyo es pedir varias minirraciones de cada uno, que rondan entre los tres y los siete euros. Del primero probamos la ensaladilla rusa, con mayonesa de maíz y verdura fresca, y la tortilla de patata y pimientos con brandada de bacalao, que llega a la mesa en una copita. Seguimos con un espectacular tarrito con huevo, patata y trufa que, al abrirlo, desprende un aroma tan exquisito como su sabor. Remueva bien la mezcla y disfrute cada cucharada. La pasta fresca con boletus edulis y parmesano es tan deliciosa que la ración se queda algo corta. Pregunte por el pescado del día, porque nosotros disfrutamos de una suave dorada a la plancha con crema de verduras, así como del tartar de corvina, que es un fijo de las propuestas del chef, igual que la carrillera de ternera, la hamburguesa de rape, el magret de pato con kikos, las albóndigas, la carne roja gallega...
Y para que el comensal desarrolle su creatividad, proponen varios juegos, entre ellos, el del postre «Juan Palomo», en el que la gracia reside en prepararse su propio dulce con los ingredientes que le facilitan (azúcar moreno, un brownie, helado, una fruta, un jarabe que llega en un biberón...) y el del vino. Una serie de preguntas le conducirán al vino que más se ajusta a su personalidad. Así que, nosotros disfrutamos durante el almuerzo de un Cosme Palacio Crianza. En la planta baja, unos sillones invitan a disfrutar de un copazo como sobremesa. Los gin tonics los preparan de diez.
Dirección: C/ Fernández de la Hoz, 53. Madrid. www.lagabinoteca.es
tel.: 91 399 15 00.
precio medio: 25 euros.
plato estrella: huevo, patata y trufa.
Tarjetas: admite todas.
cierra: sábado mediodía y domingos.
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