Sevilla

La amenaza por el elevado caudal del Guadalquivir llega hasta la capital

Empieza a salir el sol, pero no hay tiempo para relajarse. A pesar de que en los últimos días las lluvias han dado una tregua en Andalucía Occidental, lo que ha propiciado que los afectados por las últimas inundaciones hayan podido empezar su recuperación y a evaluar daños, la amenaza se trasladó ayer a la capital y a ocho municipios ribereños.

La imagen que presentaba ayer el río a su paso por la ciudad y sus alrededores obligó a tomar precauciones
La imagen que presentaba ayer el río a su paso por la ciudad y sus alrededores obligó a tomar precaucioneslarazon

Así pues, la Delegación del Gobierno –que mantiene activado el Plan Provincial de Emergencias– «prealertó» ayer a Santiponce, Tomares, San Juan de Aznalfarache, Coria del Río, Puebla del Río, Aznalcázar y Sevilla ante la posible crecida del río Guadalquivir, que en su valor máximo llegó a superar los seis metros sobre el nivel del mar. La advertencia fue aún más contundente para La Algaba y Camas, donde se instó a los residentes en zonas inundables a poner a salvo enseres y vehículos.

En la capital, cuatro personas tuvieron que ser rescatadas tras quedar atrapadas en su vehículo en un camino junto al arroyo de Miraflores. El suceso se produjo a las 8:10 horas, cuando el grupo se dirigía desde la Ronda Supernorte al Charco de la Pava y, ante la falta de visibilidad, quedó atrapado en una laguna de 1,5 metros de profundidad generada por las lluvias. Bomberos y Policía Local acudieron al rescate, que se consumó a las 9:15. Éste fue el suceso más grave que se registró en Sevilla por las precipitaciones, que han ocasionado 335 incidencias en la capital, en su mayoría por anegamiento de imbornales o caída de ramas, farolas y cascotes por culpa del granizo.

Así pues, la portavoz del Gobierno local, Nieves Hernández, llamó a los sevillanos a extremar las precauciones y evitar las zonas cercanas a ríos, arroyos y canales. Aunque la cota máxima del Guadalquivir había descendido a 5,60 metros a primera hora de la tarde de ayer, la provincia seguía en alerta amarilla y el desembalse del Gergal obligaba a no bajar la guardia.

En Écija y Lora del Río, las más damnificadas hasta el momento, seguían ayer operativos sus planes locales y los Puestos de Mando Avanzados, a pesar de que la tendencia a disminuir los cauces permitía continuar con las labores de limpiezas. En la localidad astigitana –donde todos los desalojados pudieron regresar a sus domicilios–, el Gobierno garantizó la ayuda económica para los vecinos con enseres, viviendas o comercios dañados por la riada.