Bruselas

Más sentido común

La Razón
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Hay veces que los de Bruselas, entiéndase los de la Comisión Europea, anuncian medidas que hacen dudar sobre su estado mental y su capacidad para gestionar la Unión Europea. En una Comunicación hecha pública la semana pasada plantean la posibilidad de sancionar a los Estados miembros que incumplan sus compromisos económicos, como el déficit público, o los llamados criterios de convergencia. Hasta ahí, de acuerdo. El problema es que una de esas sanciones podría ser no reembolsar al Estado miembro en cuestión el dinero correspondiente al gasto agrícola, incluidas las ayudas, aunque dejando claro que estas últimas se tienen que pagar sí o sí. La conclusión es evidente: si las ayudas se deben pagar obligatoriamente, y los de Bruselas no van a reembolsar al Estado miembro el dinero que ya se haya gastado en abonar las primas y demás líneas de apoyo, sería el presupuesto de este último el que correría con el gasto, lo que, a su vez, contribuiría a aumentar su déficit público. En fin, un auténtico galimatías, que no tiene ni pies ni cabeza y que, por mucho que se empeñasen en Bruselas, sería imposible que llegase a aplicarse. Lo único que ha provocado el anuncio de esta medida han sido muchas críticas desde el mundo agrario y, sobre todo, ha llevado la intranquilidad a los agricultores y ganaderos, como si éstos no tuviesen ya suficientes problemas en estos momentos. No estaría de más pedir a los burócratas de Bruselas un poco, sólo un poco, de sensatez y de sentido común.