Cádiz

Navantia busca una tabla de salvación antes del parón a finales de verano

La factoría no cierra ningún contrato para fabricar barcos desde el año 2006

Momento de la entrega de un buque para la Armada venezolana por parte de Navantia
Momento de la entrega de un buque para la Armada venezolana por parte de Navantialarazon

SEVILLA- La ministra de Defensa, Carme Chacón, amadrinó el pasado 20 de mayo al «Rayo», un Buque de Acción Marítima (BAM) construido en el astillero de Puerto Real (Cádiz). Se trata del segundo barco de estas características, de los cuatro que hay contratados, que sale de la mítica factoría del río San Pedro. Tras romper la botella contra el casco, Chacón mantuvo un encuentro con los tres comités de empresa para expresarles el compromiso de su Ministerio con la factoría, pero adelantó que estará condicionado a los «ajustes económicos» anunciados por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Las cifras ya se conocen: el recorte del techo de gasto para el año que viene, aprobado el viernes por el Gobierno, reducirá el presupuesto de Defensa, 7.694 millones de euros para 2010, un 15%. Es decir, se quedará en cerca de 6.500 millones de euros. Según José Antonio Oliva, portavoz de la factoría de San Fernando, desde el año 2006 no se ha cerrado ningún contrato de construcción en las factorías gaditanas. De hecho, desde el último trimestre de 2009, las industrias auxiliares ya han despedido a más de mil trabajadores y parece que la sangría laboral aumentará en los próximos meses. «De momento, la carga de trabajo está bajando sustancialmente y, a finales de verano, habrá un parón importante, al menos, de las labores más visibles y que ocupan a más trabajadores».La «salvación» a medio plazo pasa por el encargo de la segunda serie de los BAM y la modernización del portaaviones Príncipe de Asturias. Dos proyectos claves para el mantenimiento de la actividad durante los próximos dos años de unos astilleros que dan trabajo a unas 7.000 personas. Una auténtica mina de desempleo y conflictos laborales en una zona que tiene un 31% de paro. De contratarse, habría trabajo más allá de 2012, cuando acabarán todos los pedidos que hay en la actualidad. Navantia sólo tiene a la vista la ejecución de 12 lanchas para los buques que construye para la Marina australiana. Se trata de dos barcos iguales al Juan Carlos I que se construye en el astillero de El Ferrol. El coste de estas dos embarcaciones supera los 1.400 millones de euros. Para la Armada española es vital la construcción de nuevas unidades de buques BAM, ya que desde hace unos años se están «jubilando» las viejas patrulleras, cuya reparación sale más cara a la Marina que la compra de nuevos barcos. Además, estratégicamente, se han convertido en una herramienta vital para el control de zonas marítimas conflictivas como el Estrecho y para las operaciones antipiratería del Índico.En la factoría hay una calma tensa, porque «de momento, ningún ministerio de Defensa de ningún país ha llegado para pedir nada y hay que acelerar los trámites y acuerdos», afirma Oliva.

Un flotador llamado Armada BolivarianaLa negociaciones más importantes para el futuro de Navantia se están llevando a cabo con Gabón, Marruecos y Venezuela. Sin embargo, desde la propia empresa piden un esfuerzo extra por parte del Gobierno español a la hora de cerrar futuros negocios. La venta de embarcaciones civiles hace años que cayó, y la modernización de las armadas es la única salida para los astilleros de la Bahía de Cádiz. En el año 2005, se contrató con el Gobierno de Hugo Chávez la construcción de cuatro patrulleros y otros tantos buques de vigilancia costera. Efectivos estratégicos en la defensa y control del Caribe por parte de la República Bolivariana. De hecho, en nuestro país se ha instalado la denominada «Misión Naval Venezolana en España». Las ambivalentes relaciones del Gobierno español con el de Chávez hacen que la firma de nuevos contratos penda de un hilo. Es el mejor cliente de Navantia y de la Armada se puede pasar a los buques civiles, como los oceanográficos y de investigación. El apoyo y la mesura con el líder caribeño son cruciales, ya que se trata de un empeño personal de Chávez.