Bolivia

Dilma subirá la rampa de Planalto por Martín PRIETO

Dilma Rousseff se ha convertido en la primera mujer en presidir Brasil
Dilma Rousseff se ha convertido en la primera mujer en presidir Brasillarazon

MADRID- El presidente electo jura en el Congreso en Brasilia, y a pie acude al Palacio de Planalto, al que se accede a través de una rampa. Entre la multitud, «subir la rampa» simboliza que en Brasil tienen nueva Presidencia. Cuando en la Amazonia es invierno, en Río Grande do Sul es verano; voto obligatorio para 150 millones de electores, y abismos socioeconómicos y culturales. El único racismo es el del dinero. Los sondeos electorales son una quimera, pero sería deseable el triunfo de Dilma Rousseff, de 62 años, curada de un linfoma, guerrillera cuando hubo que serlo, esto es, ante la barbarie militar; ex ministra de Energía y jefa de Gabinete con el presidente saliente, Lula da Silva. Y tan mandona que hizo llorar por teléfono al presidente de la compañía Petrobas. El Partido del Trabajo (PT) del saliente Lula y Dilma hacen la revolución silenciosa, sin asustar a nadie, persiguiendo el objetivo de aumentar sensiblemente la clase media como el eje estructural del país suramericano. Rousseff, hija de búlgaro y de carioca, ha puesto orden en los recursos energéticos y sigue la máxima de su jefe de filas: «Dar garantías jurídicas absolutas a la inversión extranjera».
Todo lo contrario de lo que ocurre en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina y Centroamérica. El PT ha ido rebajando su principal enfermedad infantil izquierdista (un mero sarampión), sin caer en la somnolencia de los partidos socialdemócratas europeos. No quieren cambiar la sociedad, sino facilitar la vida a la gente. Sin embargo, Dilma tiene una china en el zapato: es abortista en una nación pro vida.