Buenos Aires

El programa fantasma de Gómez

El PSM ha dado marcha atrás en muchas de sus «propuestas impactantes». La hoja de ruta de los socialistas no incluye sus promesas más famosas

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Madrid- Ayer se presentó ante los votantes con el que será el eslogan de su campaña: «un ciudadano común». En los tres años que lleva al frente del PSM, especialmente en los siete meses que han pasado desde que fuese ratificado como candidato de los socialistas a la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez ha dado precisamente buena muestra de eso, de ser una persona normal, un candidato que ha rectificado en sus propuestas a medida que ha visto que la cita electoral se aproximaba y que algunas de sus ideas no podrían llevarse a cabo siendo realistas.
Los socialistas darán esta noche el pistoletazo de salida en Callao a una campaña en la que defenderán un extenso programa electoral. Mil propuestas –algunas de ellas por duplicado,– en las que además hacen bueno el dicho «donde dijo digo, dicen ahora Diego». Por áreas, Sanidad encabeza la lista del ranking de promesas de Gómez que se llevó el viento. Entregado en una de las campañas que ha llevado a cabo estos meses, Gómez aseguró que haría realidad el hospital de Carabanchel. Más o menos en las mismas fechas tuvo otra idea, crear gabinetes de salud para tender a los pacientes un diagnóstico médico en media hora. Ambas propuestas, entre otras relacionadas con el sistema sanitario como la tarjeta sanitaria para los madrileños residentes en Buenos Aires (Argentina), fueron descartadas y no aparecen entre las propuestas del programa electoral. En 2010, según el líder socialista hacían falta 73 centros de salud que, sobre el papel se han quedado rebajados en el compromiso 290 del ex alcalde de Parla: «Nos comprometemos... a la construcción prioritaria de los centros reclamados por la ciudadanía donde ha habido un mayor crecimiento de población».
Tampoco llegaron a incluir los socialistas en su «hoja de ruta» la limitación de mandatos a dos legislaturas, el recorte de un 15 por ciento en el sueldo de los diputados y el Ejecutivo regional, la congelación fiscal o la reforma de la ley de cajas para que los políticos no puedan formar parte del gobierno de la entidad, el «modelo nórdico».
En el apartado de transportes, quedaron en el tintero de Gómez propuestas como la llegada del metro a Latina o la creación de un tranvía para el centro de Madrid como el que ya pusiera en marcha en Parla. También en sus sueños para la capital llegó a hablar de la peatonalización del Madrid de los Austrias «para luchar contra la polución» en lo que él mismo bautizó el pasado mes de febrero como una «propuesta impactante».
Pero quizá lo más difícil de cumplir de todo lo que prometió Gómez eran todo lo relacionado con el empleo. Contratos o un salario anticrisis para los desempleados a los que se les acabara el subsidio estuvieron también entre las propuestas que son papel mojado.