Las mañanitas

Las mocitas madrileñas iban a Chamartín los domingos por la tarde. Ahora, irán por la mañana. Las nuevas tecnologías, los deseos de universalizar el club, han hecho posible que se disputen partidos a las doce de la mañana. Es horario para chinos y japoneses. En teoría, jugar por la mañana y a primera hora de la tarde era proyecto nacido en el Madrid y luego nos topamos con que éste y el Barça estaban por encima de los demás clubes y no debían jugar en las mañanas domingueras. La contradicción se mantendrá, pero el Madrid ya ha sido programado a hora en que el fútbol es cosa de juveniles y campeonatos regionales. A las doce de la mañana es posible que al Madrid lo disfruten los asiáticos, aunque, probablemente, lo maldecirán miles de españoles que verán ninguneada su afición y, especialmente, su deseo de promover el fútbol base.

Las mañanitas invernales no son la peor infección que gangrena el fútbol. También cuentan los horarios nocturnos. Las diez de la noche es hora prohibitiva para niños.

El domingo por la mañana no tiene tradición en Primera, pero al menos tiene la ventaja de que suele tener clima más placentero que el vespertino. Y por supuesto, mejor que por la noche. Nos lo están poniendo difícil.

Posdata: Los porteros también merecen «Balón de Oro». Verbigracia: Casillas.