España
Pajín destituye por sorpresa a uno de los padres de la norma
De forma lenta pero firme, la ministra Leire Pajín sigue completando la purga de altos cargos en el Ministerio de Sanidad que ella misma empezó a desatar a comienzos de noviembre del pasado año
El último en caer ha sido Ildefonso Hernández, director general de Salud Pública y uno de los «padres» de la polémica reforma de la ley antitabaco que entró en vigor el 2 de enero, contra la que claman ahora los hosteleros de toda España.
Según ha podido saber LA RAZÓN, pese a las profundas divergencias que mantenía con el secretario general del Ministerio y número dos de Pajín, José Martínez Olmos, la destitución ha cogido por sorpresa a Hernández. De hecho, el titular de Salud Pública supo de ella el jueves, justo un día antes de que el propio Ejecutivo analizara otra de las normas «estrella» que preparó su Dirección General: la llamada Ley General de Salud Pública, un texto que próximamente verá la luz de forma definitiva.
Carmen Almela, su relevo
Hernández ha sido relevado en el cargo por Carmen Almela, una epidemióloga con amplia experiencia en el propio Ministerio y en La Moncloa, en donde trabajó adscrita al Departamento de Infraestructuras y Seguimiento de Crisis de Presidencia del Gobierno. La salida del director general del Ministerio se produce después de la problemática aplicación que está sufriendo la norma contra el tabaco en bares y restaurantes y de que la norma sobre salud pública haya experimentado modificaciones drásticas tras recibir múltiples objeciones por parte de las autonomías y de la Vicepresidencia Económica del Gobierno, que se opuso a la creación en España de un órgano similar a la Food and Drug Administration (FDA) similar al que opera en Atlanta, para aglutinar todos los órganos relacionados con la salud pública en nuestro país.
La salida de este experto del Ministerio completa una cadena de destituciones que arrancó el pasado noviembre, con las salidas de la delegada del Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya –sustituida por una amiga de Leire Pajín, Nuria Espí–; el secretario general de Política Social, Francisco Moza; el director general de Calidad, Pablo Rivero, y, más tarde, el de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, Cristina Avendaño. Se da la circunstancia de que todos ellos trabajaban ya a las órdenes de su antecesora en el cargo, la hoy ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez.
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