Santander

Sacyr renegocia el crédito de Repsol en plena lucha por la petrolera

El saldo es de 4.900 millones de euros y vence el 21 de diciembre

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MADRID- Inmersa en la batalla por el control de Repsol, Sacyr ha abierto otro frente delicado para sus intereses: la renegociación del crédito de 5.000 millones de euros que tuvo que solicitar en diciembre de 2006 para adquirir el 20% de la petrolera. La constructora comunicó ayer a la CNMV que ha iniciado el procedimiento para acordar las condiciones que le permitan alargar en unos años el plazo de pago de los aproximadamente 4.900 millones de euros que todavía debe al sindicato formado por más de 40 entidades.

La refinanciación de este préstamo constituye uno de los principales objetivos de Sacyr para este ejercicio, según reconoció su presidente, Luis del Rivero, en la junta de accionistas de mayo. Del Rivero se mostró muy seguro de que no tendrían problemas para cerrar el acuerdo y pronosticó que el Santander, banco agente del préstamo, reforzaría la participación que tiene en el crédito.

En este momento, la constructora tiene las acciones de la petrolera aportadas como garantía del préstamo, así como Testa –la filial patrimonialista– y Vallehermoso –la rama inmobiliaria de la compañía–.

Frentes abiertos
Sacyr ha abierto el proceso en plena pugna por lograr un mayor peso en la dirección de Repsol, para lo que ha fraguado su alianza con la petrolera paraestatal mexicana Pemex. Sin embargo, la de Repsol no es la única batalla en la que la constructora se encuentra inmersa.

El propio Del Rivero se enfrenta desde hace meses a la oposición de un sector de la dirección de la compañía, encabezado por Juan Abelló y Demetrio Carceller, por su gestión. Y el modo en que ha cerrado el pacto con Pemex ha agravado la situación.

Ayer, Sacyr celebró un consejo ordinario que, según un portavoz oficial, estaba programado para hablar de la marcha de la compañía, pero en el que también se trató el pulso que mantiene con la dirección de Repsol. Fue un consejo muy duro que continuará la próxima semana.

De la situación habló ayer Miguel Sebastián. El ministro de Industria aseguró que lo «único» que preocupa al Gobierno es que Repsol «caiga en manos extranjeras» e insistió en que Pemex le aseguró en una reunión su voluntad de mantener la españolidad de la petrolera.