EE UU castigará a las energéticas que hagan negocios con Irán

NUEVA YORK- El Congreso estadounidense aprobó ayer por amplia mayoría el endurecimiento de sanciones contra Irán dos semanas después del visto bueno del castigo al régimen persa en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. A Washington le supo a poco la resolución de la ONU tras meses de intensas negociaciones con los diplomáticos de la comunidad internacional. Rusia y China –con intereses en el sector energético iraní– consiguieron frenar las ansias de Estados Unidos de estrechar el cerco a la actividad económica de Irán. Así las cosas, Washington ha decidido aprobar sus propias sanciones, que tienen en su punto de mira a las empresas extranjeras que hagan negocios con Irán en el sector energético. Estas actividades se escriben en la lista de las preocupaciones de la Administración Obama en su política en la región. En Washington se sospecha que el plan nuclear de Teherán persigue la creación de una bomba atómica, a pesar de las insistencias del Gobierno iraní de que su programa tiene fines pacíficos. La Cámara de Representantes aprobó el jueves por la tarde (madrugada del viernes en España) el proyecto de ley de sanciones con 408 votos a favor y 8 en contra. Dicho texto recibió el visto bueno del Senado por la mañana con 99 respaldos y ninguno sufragio en contra. El republicano John McCain, senador por Arizona, dejó claro que «con esta legislación les damos la opción a las empresas de todo el mundo: ¿quieren ustedes hacer negocios con Irán o desean tenerlos con Estados Unidos?».Como apuntó el líder conservador, la nueva ley castiga a las compañías que tengan relaciones con los iraníes. También endurece las represalias contra las estadounidenses que se salten la ley, a las que ya se había prohibido con anterioridad las relaciones económicas con el mismo país. Algunas empresas como las petroleras y energéticas ENI (italiana) y Total (francesa) han salido de Irán tras las toques de atención de Estados Unidos. Pero hay otras que todavía insisten en mantener sus negocios. En Rusia Gazprom pretende explotar el campo de petróleo de Azar. Además, se sospecha que China ha vendido crudo a Teherán. Precisamente, fueron estas dos naciones, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con derecho a veto de sus resoluciones, las que frenaron las ansias de los diplomáticos estadounidenses de escribir un texto con un fuerte castigo al sector energético iraní. Pese a todo, los republicanos no han quedado satisfechos. Obama puede levantar las sanciones a compañías de paises aliados que tengan intereses en Teherán, una vez que se examine su caso. «Muchas empresas chinas, que están construyendo las instalaciones de energía iraníes, se asegurarán de quedar exentas de estas sanciones», explicó el representante republicano de California Ed Royce en referencia al mayor acreedor de la deuda estadounidense.

Una larga lista de sancionesLas compañías que proporcionen petróleo refinado a Irán, las instituciones bancarias que tengan relaciones con la Guardia Revolucionaria, el programa nuclear o con cualquier actividad que EE UU considere apoyo al terrorismo, serán sancionadas. De la nueva ley, a la que sólo le falta la firma de Obama, se desprende lo siguiente:- ENERGÍA Y COMERCIO Serán sancionadas las empresas extranjeras que vendan a Irán bienes y servicios, o ayuden en su desarrollo enérgetico. - SERVICIOS FINANCIEROS Se prohíbe a los bancos americanos participar en transacciones con entidades extranjeras que negocien con la Guardia Revolucionaria o apoyen al programa nuclear. - BANCALos bancos extranjeros que hagan negocios con iraníes serán eliminados del sistema financiero estadounidense. - RESTRICCIONES DE VIAJEMultas y restricciones de viaje a los iraníes que no respeten los derechos humanos. - TECNOLOGÍA REPRESORAWashington no contratará a compañías extranjeras que exporten a Irán tecnología que sirva para restringir el libre flujo de información. - GASOLINALos proveedores internacionales que proporcionen gasolina a Irán también se arriesgan a que se les prohíba formar parte del sistema financiero estadounidense. Además, se aumentan la penas a las entidades estadounidenses que no cumplan las sanciones.