Literatura

España

Ken Follet: «No quiero premios si ganase alguno perdería lectores»

Publica en España «El invierno del mundo», que transcurre durante la II Guerra Mundial«El invierno del mundo»Ken FolletPlaza & Janés 960 páginas. 24,90 euros

El autor se presentó de esta guisa en la rueda de Prensa
El autor se presentó de esta guisa en la rueda de Prensalarazon

Ha vendido 100 millones de ejemplares de sus libros en todo el mundo y su nombre está indisolublemente unido al del fenómeno «best seller», pero Ken Follet, un galés con maneras de lord y acento de Oxford, no expresa la necesidad de excusarse, de disculpar una literatura plana, sin recovecos ni artificios, dirigida al gran público y enormemente exitosa. Su nueva novela, «El invierno del mundo», segunda parte de su trilogía «The Century», continúa con el estilo que lo hace reinar una y otra vez la lista de los libros más vendidos de todo el mundo. En ella, repasa la historia desde la victoria electoral de Hitler hasta el comienzo de la Guerra Fría (incluido un episodio de la Guerra Civil española) a través de la perspectiva de cinco familias.

-La II Guerra Mundial y el fascismo es uno de los episodios históricos que más interesan a la sociedad actual. ¿Tiene este hecho alguna influencia en los temas que trata?
-En absoluto. Selecciono los temas que creo que pueden resultar dramáticos e interesantes para los lectores. La II Guerra Mundial fascina a la gente porque fue la peor y más grande de todas las contiendas, y porque los nazis eran realmente malvados. En la I Guerra Mundial nadie lo era, se trataba de una lucha de fuerzas entre gente dividida. Tampoco en la guerra de Vietnam.
-Comenzó escribiendo thrillers. ¿Piensa retomar este género?
-Mi imaginación buscaba algo más grande. Es un género que me gusta y lo sigo leyendo, y no voy a decir «nunca jamás», pero siento una necesidad tremenda de expandir mis horizontes como escritor a través de la Historia. «Los pilares de la Tierra» era algo distinto: tenía peligro, acción, sospechas... Me pareció fascinante escribirlo y los lectores amaron este libro. Es todo lo que necesito. Ahora escribo siempre ese tipo de historia. Así que supongo que continuaré en esta línea.
-Efectivamente, los lectores de todo el mundo lo adoran. ¿Es suficiente este reconocimiento o aspira a lograr algún galardón literario?
-No, no (dice apresurado). Si consiguiera un premio literario estaría realmente preocupado. No quiero escribir ese tipo de libro. Y si lo hiciera, perdería a mis lectores. Tomé una decisión hace mucho tiempo y es que no estoy interesado en esa clase de literatura. Cuando quería ser escritor, recuerdo que leí «Holiday», de Stanley Middleton, que ganó el Booker. Pensé: «Aunque ganara premios, yo no quiero escribir este tipo de historias». De hecho, ahora no se puede comprar ese libro. Los libros que leía en los setenta sí. Así que seguramente he tomado la decisión adecuada.
-En este libro plantea un rechazo a los totalitarismos europeos del siglo pasado. ¿Qué diferencias ve entre los fascismos que se desarrollaron en nuestro continente?
-Los italianos y alemanes tenían como objetivo crear un nuevo tipo de sociedad. Franco utilizó los mismos métodos, como asesinatos masivos y tortura, pero defendía un modo de vida tradicional basado en la monarquía y la Iglesia. Ésa es la diferencia. Algunas gente dirían que España no fue realmente fascista, porque este sistema ambiciona crear una osciedad nueva, no retroceder a una antigua.
-Una amplia parte de la novela trata sobre la Guerra Civil española. En ella habla sobre las brigadas internacionales, el asedio de Belchite y el enfrentamiento entre anarquistas y comunistas. ¿Cuáles fueron sus fuentes?
-Leí muchos libros sobre el tema. Afortunadamente hay escritores ingleses que lo han estudiado. También conté con el asesoramiento de un experto que leyó este episodio después de que lo escribiera. Encontró algunos errores. Inicialmente tomé la versión de Orwell de «Homenaje a Cataluña» sobre el conflicto entre socialistas y anarquistas, y resultó que él tenía una visión muy simplista de este asunto, así que lo cambié en un segundo borrador de acuerdo con lo que me había dicho el historiador.
-Define el anarquismo como «una forma alegremente radical de comunismo». ¿Pretendía ser irónico?
-La mayoría de la gente fuera de España no sabe qué es el anarquismo. Es el único sitio en el que ha supuesto un movimiento político importante. Por eso necesitaba explicar brevemente qué era. Por supuesto soy consciente de que es algo mucho más complicado, pero no, no quería ser irónico.
-¿Qué lee el escritor que más vende en el mundo?
-Me gustan mucho las novelas decimonónicas, las de Dickens, George Eliot y Jane Austen, que son los que todo el mundo conoce, pero también Anthony Trollope y William Wilkie Collins. Escribo en esa tradición, como la mayoría de los autores de «best sellers». Contamos historias sobre gente en sus relaciones sociales. Las novelas literarias se basan sobre todo en la psicología individual. Los «best sellers» tratan sobre cómo nos relacionamos los unos con los otros. En las novelas del XIX las cosas que hacen los personajes, las decisiones que toman cambian su destino. En las literarias no puedes hacer nada para cambiarlo, y esto resulta un poco aburrido para mí. También leo «best sellers», Stephen King, y los thrillers de Lee Childs, que creo que todavía no son conocidos en España, pero lo serán porque Tom Cruise protagoniza una adaptación de un libro suyo.
-¿Ve el futuro de la literatura a través de un e-book?
-Los libros en papel van a existir durante mucho tiempo, porque todavía hay mucha gente que los prefiere. Pero he notado que las generaciones más jóvenes se sienten muy cómodas con las pantallas. No sabemos lo que va a pasar. Ahora el crecimiento del e-book es muy fuerte. En EE UU, entre el 25 y el 30 por ciento de lo que vendo es en formato electrónico y no sabemos hasta dónde va a llegar este porcentaje. Quizá 50 u 80. Incluso casi todos. Veremos.

 

El detalle
MUDO EN SU PAÍS

Antes de escritor fue periodista, aunque ahora no aprecia mucho esta profesión en su país: «En Reino Unido muy rara vez concedo una entrevista. Lo que se publica no es lo que digo. En el resto del mundo, por supuesto. En todo caso, siento que pasen un mal momento porque son parte esencial de la democracia».
 

J. K. Rowling, su colega «plana»
Ken Follet comparte con J. K. Rowling (en la imagen) algo más que oficio. Británicos ambos, han vendido millones de ejemplares. Y, según Follet, coinciden en algo más. «Nos conocemos, aunque no somos amigos. He leído "Casual Vacancy"(su nueva novela) y me ha gustado. Es bastante sombría y tiene un final triste. Así que no sé si será muy popular. Pero los dos intentamos escribir ficción popular, no queremos ser novelistas literarios, sino llegar a mucha gente, contar historias claras, que no desconcierten al lector. Escribimos de forma plana», asegura.