Barça-Madrid partido de interés universal

MADRID- No hay un partido del campeonato liguero que sea que concite más atención que éste. Un Manchester United-Chelsea tiene repercusión en Inglaterra y Asia y un Milan-Inter, en Italia, pero no trascienden como el Barça-Madrid de esta noche (21:00), rivales cercanos, exclusivos, eternos y encarnizados. El juego azulgrana, pausado, entrelazado, imaginativo e intenso cuando el rival lo requiere y las piernas y el cerebro responden, tan a menudo, frente a la verticalidad sin tránsito, el vértigo, la presión, la entrega absoluta durante 94 minutos, la guerra sin cuartel, la búsqueda de identidad y el latigazo madridista. Eso es lo que anuncian ambos sobre el terreno, su fútbol cuasi invencible, que, además, visten con los jugadores más deseados, los mejores, los más seguidos, y los presupuestos más apabullantes. Espectáculo y poder de la mano, una rivalidad incandescente y un resultado incierto.
Con Mourinho, el Madrid no pierde ni en los amistosos; ha cedido cuatro empates –Murcia, Milan, Levante y Mallorca–; con Guardiola en el timón, el Barça ni pierde ni empata contra el Madrid. La equidistancia entre ambos podría ser el empate; ni siquiera la delimitan el Camp Nou o el Santiago Bernabéu, dadas las coordenadas actuales.
En realidad, entre estos equipos no hay secretos y los entrenadores no improvisan porque cualquier experimento podría suponer un revés. El madridista anticipó que jugará «con el mismo equipo» de siempre –Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Di Maria, Özil, Cristiano Ronaldo; Higuaín–, no oculta la alineación y de ella se infiere que saldrá a jugar sin precauciones extraordinarias y buscando la portería de Valdés desde que Iturralde González señale el comienzo. El barcelonista tampoco alterará sus costumbres y, aunque no avanzó la alineación, evitará improvisar. Su equipo se recita de memoria: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Xavi, Busquets, Iniesta; Pedro, Messi y Villa.
La magnitud del encuentro es tal que se han acreditado cerca de novecientos periodistas de todo el mundo. Es de interés universal y si hay vida más allá de la tierra no descartemos entre los espectadores ocasionales a algún alienígena. Pocos acontecimientos futbolísticos terrícolas despiertan más interés que este partido, en el que se dan cita las dos plantillas más valiosas del globo.
Si el tiempo es la cuarta dimensión, un Barça-Madrid, dado el interés que despierta y el valor que aglutina, podría ocupar ese espacio transitoriamente: el partido cuatridimensional. No hay presupuestos que superen los 450 millones de euros del Real y los 405 del Barcelona, total, 955 millones. Pero el valor estimado de sus conjuntos es todavía superior y no existe un choque económicamente más atractivo. Para demostrarlo es preciso situarse.
La plantilla del Barça es la más costosa del mundo, 527.600.000 euros, seguida a escasa distancia de la madridista, 517.500.000. En liza, pues, futbolistas por valor de 1.045.100.000 euros, suma que no obedece al total de las cláusulas de rescisión, muy superior, sino al valor estimado de cada uno de sus jugadores. No hay quien ofrezca más. El siguiente partido doméstico más valioso sería el Manches-ter United (369,5 millones de euros)-Chelsea (362). En la «Premier» la igualdad es evidente tanto en el torneo como en los presupuestos de todos los contendientes. El escalón de la Liga, el que imponen Madrid y Barça sobre los demás al cuadruplicar las cifras, no existe en Inglaterra. No es posible, al ser más equitativo el reparto de los derechos de televisión. En España, el título es cuestión de los dos fagocitadores.
El tercer lugar en el ránking de encuentros más caros correspondería al Inter (361.050.000 euros)-Milan (245.150.000), si bien Juventus o Roma no andan demasiado lejos de esas cifras enel «Calcio». El cuarto coincidiría también con el valor subjetivo del campeonato en el ámbito mundial, la «Bundesliga». En la actualidad, el choque más atractivo sería entre el Bayern Múnich (291.850.000) y el Borussia Dortmund (132.300.000), líder.
Prescindiendo de ligas como la rusa, la turca o la griega, en el quinto peldaño de los campeonatos más poderosos se situaría el francés, con el Olympique de Lyon (206.500.000 euros)-Olympique de Marsella (158.350.000); y en el sexto, el holandés, con el Ajax (116.500.000)-PSV (87.800.000).
Ninguno de los partidos aludidos ofrece, objetivamente, duelos tan sugestivos como el Messi-Ronaldo sobre el césped o el Guardiola-Mourinho en los banquillos. Trece campeones del mundo, una decena de candidatos al Balón de Oro, dos que ya lo han conseguido y casi 900 periodistas acreditados certifican el valor del choque.


El autobús del Real Madrid fue apedreado muy cerca del hotel