Exploración científica

El bosón de Rubalcaba por Pedro Narváez

La Razón
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Reputados científicos venden que una de las noticias de la semana, del año, de la década, es el descubrimiento del bosón de Higgs, esa partícula que explica el origen de la materia. Llevamos tanta y tan mala prosa que tan sólo alcanzamos a preguntar para qué sirve un bosón y si la conciencia de su existencia nos arreglará nuestra vida cotidiana. La ciencia es poesía y necesita de una abstracción indómita. Por eso los físicos visten tan raro. El bosón puede ser una maniobra de distracción para pretextar los 10.000 millones que se han invertido en el centro donde se ha visto por primera vez a la criaturita. Maledicentes. Sea o no cierto, ha dejado en segundo plano en casi todas las portadas serias del mundo a otras noticias que por un día no queríamos ver. De ahí que podamos colegir que hacer un bosón sea un sinónimo de desviar la atención. En este momento es cuando aparece el amo del universo socialista, el señor Rubalcaba supongo, aunque en su partido está más espeso, especialista en manejar protones y hasta petardos y, a lo que vamos, en tapar que prepara el despido de más de 180 trabajadores con otros fuegos de artificio. ¿Va a dejar en la calle a 180 familias? ¿Reconoce que va a usar, aunque sea en parte, la reforma laboral que aprobó el Partido Popular contra la que salieron a la calle sus lacayos? ¿Es el empresario, en este caso el PSOE, un demonio con cuernos que sólo desea que los empleados se pudran en el infierno? Las respuestas, tan claras, han de esperar a que reviente la materia oscura, y como eso no ocurrirá, al menos hoy, nos quedaremos con las ganas de meter al político en un acelerador de partículas hasta dejarlo en la esencia. El descubrimiento del bosón de Rubalcaba podría explicar el tamaño del universo de la manipulación. Otra vez. Y a Higgs que le den el Nobel y que nos deje en paz.