Pamplona
Mourinho gestor de filias y fobias
Mourinho ha dejado patente en todos sus equipos que es un gran gestor de vestuarios y camino va de conseguirlo en el Real Madrid; también sabe cómo gestionar la presión, la acapara él y la desvía de sus jugadores; es maestro en generar debates y en trasladar la polémica al rival y que en él cundan los nervios hasta sacarlo de sus casillas.
Administra a su antojo las filias y fobias que propicia. El sábado, consciente de que había llenado el vaso tras sus dos partidos de sanción en Liga, la suspensión y multa por parte de la UEFA y la resaca del 5-0 del Camp Nou y más aún, consciente de que todas las críticas estaban centradas en Guardiola por el esperpéntico viaje a Pamplona, Mourinho tuvo una presencia ejemplar frente al Valencia.
El técnico portugués sólo salió del banquillo más que en una ocasión para darles directrices a sus jugadores, no se dirigió al cuadro arbitral, ni apenas torció el gesto en las decisiones colegiales que podían serle contrarias, como el posible penalti de Miguel a Di María.
Optó por darle el relevo, en este sentido, a su equipo técnico. Fueron Rui Faria y Silvino Louro quienes se dirigieron a Pérez Lasa o al cuarto árbitro. En la conferencia de prensa posterior al partido, reconoció que no era el día para que él tuviera protagonismo o los jugadores sintieran presión de su parte, debido a la autoestima renqueante por el clásico. «El reglamento permite que los ayudantes salgan del banquillo y hablen. No hay ningún sitio donde lo prohíba. Era un partido donde mi equipo no podía estar presionado, ni por mí ni por comentarios desde fuera», afirmó.
Mourinho entiende a sus hombres y sabe que no están bien. Ayer se entrenaron a puerta cerrada, hoy igual, y tampoco hablará ningún jugador. Los ha alejado mediáticamente para que se repongan; mientras, él gestiona con la directiva qué delantero fichar en el mercado de invierno para paliar la baja a medio plazo de Higuaín, quien esta semana deberá tomar la decisión de pasar o no por quirófano.
n El Valencia se queja del acta. El Valencia recurrirá la segunda tarjeta de Albelda, pero, más que eso, se queja de «agravio comparativo» en la redacción del acta del partido del sábado en el Bernabéu (escrita por Pérez Lasa) con la del clásico, que firmó Iturralde. Éste no incluyó la reacción de Sergio Ramos, es decir los manotazos a Puyol y Xavi, tras su expulsión por falta a Messi. Como no estaba en el acta, el Comité de Competición, que no actúa de oficio, simplemente aplicó asépticamente las sanciones. Expulsión: un partido. Sin embargo, Pérez Lasa sí fue más explícito e incluyó en el acta que Albelda, camino del vestuario, le espetó varias veces: «Árbitro, qué cara tienes». Asimismo, al asistente le dijo: «"Me estáis buscando, que cara tenéis"; a la vez que repetía el gesto de llevarse la mano a la cara», relató el colegiado en el acta del partido. Por tal menosprecio, a Albelda podría caerle algún partido más de sanción.
✕
Accede a tu cuenta para comentar