Londres
Suso33: «Un policía me pidió un autógrafo pintando un graffiti»
Uno no sabe definirlo: ¿escenógrafo?, ¿muralista?, ¿video artista?, ¿performer...? Me gustaría llamarle genio multidisciplinar, que comenzara como escritor de graffiti para terminar siendo artista urbano de leyenda en medio mundo, exponiendo en los más prestigiosos museos del mundo...
Pero, tal vez, si me oye, me lo tache con un aerosol. Sin que lo sepa, diré que sus creaciones han sido expuestas en el Reina Sofía, en CaixaForum, el Museo Thyssen; ha colaborado con el Teatro Real, el Centro Dramático Nacional... Pero todo se queda corto, porque este artista sigue explorando el mundo, con un lápiz y un spray por bandera.
–Intervenciones urbanas, performances, «happenings», «lives paintings», ¿cómo se lo cuento a mi madre?
–También a mí me cuesta. La invitaría a participar de ello, aunque quizás podría contarle que es «Pintura Escénica en Acción» o alguien que trabaja con pintura y danza.
–¿Qué pondría en su DNI: grafitero, muralista artístico, director de arte para teatro y ópera...? ¿Investigador plástico?
–Reivindico el espacio público para la vida artística como soporte esencial para la comunicación...
–¿Dónde termina el artista suburbano y empieza el creador aplaudido?
–Con un pie dentro y otro fuera para poder esquivar. He intentado dirigir mis actos indistintamente y no depender de una única cosa.
–¿Se mueve entre la alegalidad y la ilegalidad?
–¿Legal-y-DAD…. Sincer-y-DAD?
–¿De qué forma un chico urbano como usted termina exponiendo en museos?
–No he terminado, pues me sigo sintiendo muy vivo y no es ése mi objetivo. Es muy coherente que un museo se preocupe como institución, sin fines de lucro, abierto al público, cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de los objetos que mejor ilustran las actividades del hombre, o culturalmente importantes para el desarrollo de los conocimientos humanos y que se muestren interesados por algo que tiene tanta presencia e importancia.
–¿Le consideran sus antiguos compañeros de aerosol un traidor?
–Siguen siendo mis compañeros y yo el de ellos, y no olvido mi trayectoria ni mi procedencia e intento no dejarme deslumbrar por el brillo radiante de obscenas propuestas. Quizá esto haga que muchos sientan respeto por el recorrido, la trayectoria y proyección de mi pasión.
–¿No será que las ciudades no le gustan y quiere redibujarlas?
–La relación con las ciudades podría ser de amor y odio… En una palabra: pasión
–Antonio López en cambio, las «calca» con su alma... ¿A usted el realismo no le interesa?
–Sí, de hecho me colé durante una semana en un curso que Antonio López impartía en la UIMP y años después fui yo quien impartía ese curso en la misma aula, así que una ensoñación se hizo realidad.
–¿Cuántas veces le dijo su madre: niño, deja de hacer dibujitos en las paredes que con eso no te vas a ganar la vida?
–¡A mi madre la amo! Ha sido complejo para ella. Siempre ha sentido que muestre lo que veo en mi interior y a veces le duele que sólo enseñe mimáscara de supuesto personaje.
–¿Y cuántas le han detenido, antes de ser una celebridad?
–Muchas. Sobre todo para felicitarme y darme las gracias por regalar lo que hago sin un fin ni interés y de verdad. Han sido muchas como para realmente quitarle importancia a esas otras más desagradables.
–Reconozca que le gustaría trabajar con Tim Burton.
–Sí, lo reconozco. Y con Michael Gondry y con Bigas Luna y Alfredo Tobía
–¿En qué proyecto anda enredado ahora?
–Esta semana viajo a México DF a pintar murales en la Casa de España y dar conferencias en la universidad y pintar con chavales en barrios deprimidos, después voy a Londres para inaugurar el festival SpainNow en la Halcyon Gallery, Estambul y Edimburgo y al final de año presento una exposición en la galería Punto de Valencia. Y hoy voy a intervenir en un solar del centro de Madrid, en una medianera descubierta que muestra restos de habitaciones de vidas pasadas.
–Ignoro si tiene hijos, pero, ¿les acompañaría con un aerosol a redecorar alguna fachada?
–Me gustaría pensar que sería capaz de acompañarles, pero no a redecorar si no a construir o reconstruir o crear su propia ciudad con trozos de su vida.
–A usted lo de «la prima de riesgo» y el Ibex35 le inspiran más bien poco, ¿no?
–Algo sí, aunque de un modo parecido al del mercado del arte.
–Cuanto peor van las cosas, más creativos nos volvemos, ¿no? ¿La economía no repercute directamente en su trabajo?
–Claro que la economía repercute porque yo también como y duermo, muy a mi pesar.
–¿El muro inspira el graffiti, o es la obra la que busca su muro?
–No tengo potestad como para generalizar. En mi caso suele ser un diálogo entre ambos y su relación con el contexto.
–¿En qué muro le gustaría pintar y no lo ha podido hacer… de momento?
–En el que separa mi interior del mundo exterior, no es tangible.
–No ha perdido la impronta de la improvisación...
–Imagino que sí, porque no me interesa actuar, prefiero sentir, investigar y crear y expresar y… seguir y seguir.
–Por cierto, ¿los toros no son un perfecto happening?
–Podría aparentarlo para algunas personas pero el factor de improvisación no está muy presente, pues creo que está perfectamente estructurado aunque hay cierta participación del público, ¿no?
–Cuando se quita el «antifaz», ¿es de los que en casa hacen croquetas, arregla enchufes o es un somellier consumado? ¿O qué aficiones tiene que nos ayuden a conocer su «cara B»?
–No he sido capaz de quitármelo pues siento llevarlo realmente por dentro y no diferencio: esto es mi vida y esto soy yo. Quizás una obsesión. Me gusta ir a ver el atardecer y a veces el amanecer; me hace sentir algo de calma y de equilibrio, que lo necesito.
–¿Se ve haciendo cosas impensables como diseñar un vestido de noche o dibujando un cómic?
–Ummm... quizás, aunque ahora no. Pregunte más adelante.
–¿Lo más raro que le ha pasado plasmando un graffiti en la calle?
–Que me pidan autógrafos los policías y me quieran mostrar lo que ellos hacían antes.
–¿Algún día sentará la cabeza y pintará un cuadro al óleo?
–Con la cabeza sentada boca abajo puede ser complicado y divertido. ¿Por qué no?
MI MALETA DE VERANO
Suso33 viaja para acudir a museos y galerías de arte. Ahora lo reclaman de medio mundo, así que no acaba de deshacer del todo su bolsa de viaje.
Pasada la quincena de agosto, mientras unos vuelven y otros se van, este grafitero confiesa que no tiene la más mínima idea de lo que hará este verano. De lo que está seguro es de que no dejará de dibujar, de imaginar y, según su expresión, de hacer que las ciudades sean más nuestras. No diferencia entre vacaciones y trabajo. Se conforma con ver amanecer o atardecer. «Intento ser sincero y sentirme parte del todo aun con sus contradicciones», dice
Siempre me llevaría
Un rotulador
¿Por qué? «No faltará en mi maleta un rotulador, un spray y algo de ropa cómoda... Y por supuesto una libreta en blanco».
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