Galicia

La presión interna obliga a Rubalcaba a revisar su calendario

El secretario general escucha ahora a quienes piden adelantar las primarias. Ferraz gana tiempo hasta que se celebren las elecciones catalanas

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la reunión de la Ejecutiva Federal del partido, que se prolongó durante cuatro horas
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la reunión de la Ejecutiva Federal del partido, que se prolongó durante cuatro horaslarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@fc67481

Ni temblaron los cimientos de la calle Ferraz, ni se forzó la dimisión del secretario general, ni se acordó un congreso extraordinario... Si alguien pensó que la dirección federal del PSOE iría ayer a la confrontación abierta se equivocó de lleno. Como bien dice un destacado miembro de la Ejecutiva para que las cosas mejoren espectacularmente en el socialismo español, hay que esperar a la llamada «doctrina House», que es que el enfermo empeore aún más. Y eso será, sin duda, cuando se celebren las elecciones catalanas el próximo 25 de noviembre. Para entonces se espera la catarsis, y no antes. De hecho, el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, dejó bien claro durante el cónclave que la Ejecutiva Federal era la suya, la que él había elegido y que no tenía pensado hacer cambios mientras siguiera al frente de la dirección. Primer aviso a quienes en estos días han cuestionado la capacidad del equipo de Ferraz. Lo más a lo que se comprometió, que no es poco, fue a revisar el calendario orgánico que había previsto inicialmente y en el que la celebración de las primarias no aparecía antes de 2014, después de las elecciones europeas. Luego, hizo –cuentan los presentes– una intervención bastante conciliadora con reconocimiento de los errores cometidos, incluido el de equivocarse al interpretar que con el resultado de las elecciones andaluzas y asturianas el PSOE cerraba el ciclo político negativo.

Cuatro horas de Ejecutiva, tras una semana de convulsión interna tras la debacle del 21-0, que el propio Rubalcaba glosaría luego de forma edulcorada en rueda de prensa con el siguiente titular: «Me siento unánimente respaldado». Titular al que añadiría destacados como «nadie ha dicho que se adelanten las primarias», «nadie me ha pedido cambios en la dirección» y «vamos a cumplir el mandato federal». Todo esto para llegar a la conclusión de que el PSOE se propone hacer «una reflexión ideológica» a fondo para diseñar un nuevo proyecto político sobre tres ejes: fortaleza interna, alternativa al PP y empatía con los ciudadanos para responder a sus problemas.

Dentro, el debate a puerta cerrada, discurrió por otros derroteros, si bien todos coincidieron en que nadie quiere en estos momentos conflictos orgánicos. Todos los intervinientes, y hubo más de 20 peticiones de palabra, coincidieron en rechazar la convocatoria de un congreso extraordinario. Sin embargo, varios fueron los que se refirieron eufemísticamente a la necesidad de «acelerar el ritmo del calendario», que no era otra cosa que el adelanto de las primarias. El único que habló de ellas por su nombre fue José Antonio Griñán para decir que convocarlas tres años antes de las elecciones no beneficia al PSOE porque agotarían su efecto, a lo que Emiliano García Page apuntó que no conviene dejarlas «para el día antes». En la misma línea se pronunciaría Eduardo Madina cuando afirmó que la dirección debe llevar la inicitiva de los cambios. Todos salieron con el convencimiento de que se acelerará el ritmo y que Rubalcaba pilotará la transición hasta la elección del próximo candidato, si bien queda pendiente concretar las fechas. Varios son los secretarios generales que se proponen en las próximas semanas convencer a Rublacaba de que la mejor opción es elegir candidato en 2013. Y apuestan por que así será, aunque él hoy no deba ni pueda verbalizarlo.

GÓMEZ PIDE «CAMBIOS SUSTANTIVOS»
El secretario general del PSM, Tomás Gómez, pidió ayer una «reflexión seria» dentro de su partido para que se pueda construir un «proyecto político» con «cambios sustantivos y profundos», que tiene que ir acompañado «de otros cambios», matizó. Gómez se refirió así al ser preguntado por la situación generada en su partido a raíz del resultado que obtuvieron los socialistas en las elecciones del pasado 21 de octubre en el País Vasco y Galicia, una debacle que ha avivado el debate en torno al liderazgo.