Egipto
Póker de candidatos para liderar la transición en Egipto
Occidente apuesta por Omar Suleiman para mantener el orden
Madrid- Candidatos, muchos. Posibilidades, pocas. Pronunciamientos claros, ninguno. Los nombres que se barajan como posibles sustitutos de Mubarak –Amro Musa, Mohamed el Baradei, Ahmed Zewail, Omar Suleiman o Sami Enan, entre otros– son, de momento, sólo eso: meros nombres sobre un papel a la espera de que el presidente anuncie su dimisión.
Aunque Suleiman es el mejor situado para liderar la transición, el actual vicepresidente –cuyos contactos con EE UU son excelentes– tiene en contra haber sido el jefe de la Agencia de Inteligencia del régimen de Mubarak. Sin embargo, el comité de sabios, formado a propuesta de los jóvenes opositores, confía en él para asumir el poder hasta las presidenciales. Y también en Washington se cuenta con un hombre al que se ha considerado más poderoso, incluso, que su colega del Mosad, el servicio secreto israelí.
Curiosamente, entre los componentes de ese «comité de sabios» están otros dos «hombres ilustres»: el Premio Nobel de Química Ahmed Zewail y el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, que aunque se sumara ayer a la gigantesca masa de manifestantes anti Mubarak, también formó parte del Gobierno, como ministro de Exteriores, desde 1991 a 2001. Sin embargo, de cara a una posible candidatura –que él mismo no ha confirmado: «Por supuesto estoy a disposición de mi país», se limitó a decir en una emisora francesa– no influiría tanto su adscripción temporal al régimen como sus escasos logros al frente de la Liga Árabe.
El alejamiento del país durante prácticamente toda su vida profesional es, por contra, el motivo de que Mohamed el Baradei no sea ni conocido ni popular en Egipto. Aunque su nombre circuló en 2009 como un posible retador de Mubarak, el ex director del OIEA ha jugado un papel tibio, declarándose dispuesto a asumir una transición, negándolo pocos días después y volviendo a desmentir «que no se vaya a presentar», precisamente ayer.
En cuanto a Ahmed Hassan Zewail, profesor universitario y químico de prestigio, su Premio Nobel de 1999 le concede la pátina del hombre sabio que muchos egipcios buscan para sacar al país de la crisis. Pero se duda razonablemente sobre su deseo de entrar en el terreno político. Menos dudas ofrece el jefe del Estado Mayor del Ejército egipcio, Sami Enan. Sobre todo porque tiene detrás el respaldo de los militares, un grupo al que Mubarak no ha tratado especialmente bien en los últimos años pero que, sin embargo, tiene la llave de la estabilidad nacional.
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