Vaya semanita

Esta semana empezó mal y terminó peor. España no tiene espacio para más noticias negativas y sin embargo no hay día que no reciba alguna. La prolongación del «Estado de Alarma» por la protesta de los controladores, lejos de generar tranquilidad ha generado mayor sensación de inseguridad entre la ciudadanía pues es una muestra más de la incapacidad del Ejecutivo para solucionar cualquier problema que se presente. Ni siquiera le sirve la garantía de los funcionarios que se han comprometido a no alterar el tráfico aéreo en Navidades. En cambio, parece que la imagen de Rajoy crece proporcionalmente al deterioro de la de los miembros del Gobierno. Acierta el líder del PP al transmitir una imagen de político serio y comprometido a respaldar todas las decisiones europeas que resulten beneficiosas para España. Con su dosis de ironía gallega borró de un plumazo a Zapatero, Blanco y Rubalcaba al tildar de inútil y caradura al titular de Fomento, recordando que era una expresión del todopoderoso ministro de la Presidencia refiriéndose a otro titular de Fomento de la época de Aznar. Y para colmo, la cumbre europea ha lanzado la penúltima mala noticia, mientras Alemania bloquea los créditos extraordinarios a España. Para ponerse a temblar.