Eurocopa

Austria

Miñano: «Un jugador aburrido peor que uno cansado»

Avisa de que «un Mundial no se gana por la preparación física sino por la mentalización»

Javier Miñano, preparador físico, al lado de David Silva
Javier Miñano, preparador físico, al lado de David Silvalarazon

POTCHEFSTROOM- Mañana, Portugal, otra final, la llave para cuartos; la salud de la selección no parece mala, ni siquiera por el descarte de Albiol o la duda de Alonso; pero tampoco es la idónea. Ha habido síntomas objetivos de cansancio. Excepto en el primer partido del Mundial, precisamente el de la derrota, España ha dado muestras de agotamiento en los segundos tiempos. Es una apreciación personal que el cuerpo técnico de la Federación no comparte..., al ciento por ciento. Vicente del Bosque ya nos dijo que «creía» que no se habían excedido con la carga de trabajo en los entrenamientos. Ése no era el problema y descartaba, por decirlo así, la negligencia. Javier Miñano, el preparador físico, rechaza la sobrecarga, pero no que la temporada «ha sido larga». Y ésa podría ser una razón, acaso la fundamental, de esa apreciable fatiga. Terminó el curso en España, los futbolistas apenas tuvieron cuatro días de descanso y regresaron al trabajo. No fue necesario hacer pretemporada. «Alargamos la temporada porque los jugadores no habían tenido tiempo de perder la forma. Nos planteamos el Mundial como una Liga», explica Miñano. «Y comenzaron las dobles sesiones de entrenamiento en Austria, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas; proseguimos en Suráfrica, hasta que tres días antes del primer partido, contra Suiza, las dejamos en una». De cada jugador se estudió su participación en el calendario con sus clubes respectivos, los minutos jugados, las lesiones padecidas, todo, «con el fin de personalizar los entrenamientos», evitar riesgos innecesarios «y dar a cada uno lo que necesitaba». Al cabo de los días se llegó a una nueva y sorprendente conclusión: «Hemos tenido que rebajar la intensidad de las sesiones porque los jugadores están mejor de lo previsto. O mejor, se emplean al máximo, tienen muchas ganas y no escatiman esfuerzo». Si esto es así, la selección no está cansada... «Nuestra preocupación mayor era que los jugadores se aburrieran; nos preocupa más el abatimiento por aburrimiento que por cansancio. Un jugador aburrido está peor que uno cansado». Hubo, no obstante, un punto de inflexión, una especie de bloqueo que, por decirlo de alguna manera, incidió negativamente en el rendimiento del grupo: «La derrota ante Suiza produjo angustia. Tras ese traspié y con las dos victorias siguientes, el equipo está mejor». Otro dato digno de consideración, que los familiares de los futbolistas repiten, es que «a pesar del traspié inicial, nunca se vieron fuera del Mundial; estaban convencidos de que pasarían a octavos». ¿Y a cuartos? La selección cree en sí misma, en sus facultades, en ese juego hasta ahora inadvertido que tantos éxitos le ha dado; pero Portugal, también lo saben, es otra cosa, un rival superior. Signos de esa presunta debilidad física hay. Sucedió contra Honduras. Del Bosque rechazó la teoría: «Lo que ha ocurrido es que el partido se ha roto» y fue de ida y vuelta. Le desagradó, aunque 24 horas después restó importancia a sus críticas. Contra Chile, frente a diez, sucedió algo similar. Hubo una jugada reveladora: hacia el minuto 75, Villa se fue hacia la portería chilena, le aguardaban dos defensas y el portero; necesitaba ayuda; Xavi, el más próximo a él, se quedó diez metros por detrás del semicírculo del área; nadie más llegó; el resto permanecía en el centro del campo. Entonces ya no estaba Torres, Cesc le sustituyó. ¿Fue una muestra de cansancio? En este caso, el seleccionador abogaba por el ahorro de energías, «que el Mundial es muy largo» –si se alcanza la final–. Podría ser. Un hecho cierto fue que Cesc entró por Torres para conservar el balón, aunque enfrente sólo hubiera diez jugadores en trance de reventar. Decía Navas en LA RAZÓN que «estar en el Mundial destierra el cansancio». Es un aliciente, pero también hay agravantes que Javier Miñano no descuida. «Hemos estudiado en los cuatro últimos Mundiales el índice lesional por cada mil horas de juego. En la Liga, también en Italia, el riesgo es del 24 por ciento; en el Mundial se cuadruplica hasta alcanzar el 80 por ciento, que en el de Corea y Japón fue del 84%. Según nuestras cuentas, saldríamos a dos lesionados por partido». No ha sido así; contra Suiza cayó Iniesta; contra Honduras, Sergio Ramos terminó con molestias; Xabi Alonso sufrió un esguince por la entrada de un chileno. Mayor riesgo de lesiones tienen aquellos futbolistas que las padecieron durante la temporada; son propensos a las recaídas, de igual manera que quien no se haya lewsionado «correrá menos riesgo». Esto no son teorías, son estudios contrastados. Pero queda uno más para el final, el definitivo, el que invita a pensar que aunque España esté cansada físicamente, tiene una cabeza de campeonato: «Un Mundial no se gana por la preparación física; esto es un aspecto residual. Lo importante, lo fundamental, es la mentalización». Siendo así, ya lo han expresado los familiares: campeones. Pero antes, Portugal.

Del Bosque: «"CR7"jugará en banda»En una charla durante el día de ayer con la agencia Efe, Vicente del Bosque vaticinó que Cristiano Ronaldo contra España «jugará tirado a banda» en lugar de como delantero. Además, pone de relieve la valía del madridista: «Portugal cuenta con muy buen equipo más el valor añadido de Cristiano Ronaldo. Es decir, él y un equipo por detrás». El seleccionador reconoce que se ha superado la primera fase con un «sufrimiento inesperado» y desvela que, tras la derrota ante Suiza, «el silencio se podía cortar en el autobús de los jugadores».