Collado Villalba

«Bajé el parasol y ya sólo recuerdo el golpe»

Es como si esta historia no tuviera cara y cruz, sino dos cruces. El conductor que atropelló a Khadija vive en la calle calvario, y es ahora cuando realmente entiende el significado de la palabra. Aseguran sus familiares que está muy mal. Ellos también están muy afectados por todo lo sucedido en la tarde del pasado domingo.

 
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A eso de las siete menos cuarto, este señor tuvo la mala suerte de pasar por la calle Camino del Molino de la localidad madrileña de Collado Villaba. A esa misma hora, Khadija y otras dos mujeres cruzaban un paso de peatones a la altura del número 10 para ir al chino a comprar ropa para el bebé. A la joven embarazada de nueve meses apenas le quedaba una semana para salir de cuentas y aprovechó que no tenía nada que hacer para hacer unas compras con unas amigas.

El conductor asegura que iba tranquilamente, y que al llegar al paso de cebra el sol le cegó. «Recuerdo bajar el parasol y después ya sólo el golpe», explicó. No le dio tiempo frenar, ni siquiera la vio. Ni a Khadija ni a ninguna de sus acompañantes. Sólo el golpe y cómo el impacto trasladó a la joven unos cuantos metros. Una caída que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo.

Para mayor sufrimiento, este hombre de 67 años y jubilado tuvo que presenciar las consecuencias de lo que acababa de ocurrir. Había atropellado a una mujer embarazada de nueve meses en presencia de unos amigas. Luego vino lo demás. Los llantos, los lloros, cómo llegó el marido, los servicios de emergencia, cómo se trató hacer todo lo posible por salvar a la joven de 26 años sin éxito.

Quizá, consiguió aliviar algo que el pequeño Mouad sobreviviese, pero el daño ya estaba hecho y este hombre estaba destrozado. De hecho, aunque no tuvieron que atenderle los servicios de emergencia, sí que se puso muy nervioso y se mostró muy afectado por todo lo ocurrido.

Homicidio imprudente

Cuando ya todo terminó, la Policía Local de Collado Villalba, lo trasladó a dependencias policiales y allí explicó cómo había sido todo. Los agentes le tomaron declaración y le informaron de que quedaba imputado por un delito de homicidio imprudente, pero en libertad. Ahora, tendrá que esperar a que le llame el juez que instruye el caso para declarar en sede judicial.
Un tema que al conductor parece no preocuparle. De momento, se conforma con poder pasar el día sin recordar lo ocurrido y sin ese fuerte sentimiento de culpabilidad.