Repsol y Pemex sellan la alianza de la paz

Madrid- Se cerró el círculo. Repsol zanjó ayer casi cinco meses de disputas, con intento de asalto a la presidencia incluido, mediante la rúbrica de una alianza estratégica con Pemex. El antaño opositor a la gestión de Antonio Brufau se convierte ahora en socio estratégico de la petrolera española para los próximos diez años en virtud del acuerdo suscrito ayer y que queda pendiente de ser aprobado por las respectivas direcciones de las compañías.

Repsol y Pemex llevaban semanas negociando este acuerdo, desde que el 20 de diciembre Sacyr rompiese el pacto de sindicación que había firmado con la mexicana para controlar el 29,8% del capital de la empresa española. Repsol ofreció entonces a Pemex un acuerdo industrial para restañar las heridas abiertas que recibió su impulso definitivo el pasado día 19, en una comida entre los máximos responsables de las dos compañías, Antonio Brufau y Jordy Herrera.

Los términos del acuerdo de intenciones remitido ayer a la CNMV incluyen una cláusula reveladora de hasta qué punto la dirección de Repsol ha salido reforzada de la disputa. Por un lado, delimita la participación que la mexicana tendrá en el capital de la española a entre un 5% y un 10%, lo que dejará a Pemex con un único consejero, que será Marco Antonio de la Peña, un hombre del agrado de la petrolera española. Además, Pemex renueva «su apoyo al plan estratégico y a la estructura actual de Gobierno de Repsol», cuando uno de los propósitos de su pacto con Sacyr era imponer un consejero delegado para restar poder a Brufau.

La alianza, basada en la colaboración, reciprocidad y beneficio mutuos y que no es de exclusividad, abarcará las áreas de negocio de Upstream –exploración y extracción– y gas licuado en América y Downstream –distribución– en América, España y Portugal. Para ello, se constituirán sendos comités paritarios para analizar las posibilidades de negocio. Pemex, además, contará con Repsol para promover posibles negocios en México dentro del marco legal existente.

El FMI prevé fuertes alzas del crudo
El FMI ha advertido de que el cese de las exportaciones de crudo de Irán a las economías de la OCDE sin que sea compensado con otras fuentes de suministro podría provocar un incremento inicial de los precios del petróleo de entre un 20% y un 30%. Este porcentaje supondría que el precio del barril aumentaría entre 20 y 30 dólares respecto a los precios actuales, según recoge un informe de la institución sobre el encuentro del G-20 celebrado este fin de semana en México, que apunta que otros productores o la liberación de reservas de emergencias podrían compensarlo en cierta medida con el tiempo.