Valladolid
Zapatero evita el cuerpo a cuerpo con el PP tras el fallo del TC
Dice que el PSOE siempre está a la altura y ve cerca el final de ETA
LEÓN- Arrancamos. Primera parada en tierra de posadas y tabernas. El barrio Húmedo saluda a la caravana del PSOE porque forma parte del paisaje de la ciudad desde que Zapatero habita La Moncloa. Nadie sabe con certeza cuántas veces el presidente ha visitado su tierra en gira institucional o de partido desde 2004. ¿20, 30, 40...? A saber. Hoy es la enésima. No hay campaña que se precie que no arranque en esta plaza que, como la mayoría de las plazas, hoy mira con recelo a la marca PSOE, aunque nadie duda de que el socialista Francisco Fernández mantendrá el Ayuntamiento. Habrá que esperar al 22 para comprobar si, como espera el Comité Electoral, la campaña moviliza a los indecisos y, sobre todo, al durmiente votante socialista.
La presencia de Bildu, finalmente, en las elecciones puede ayudar a este objetivo. «Si el PP saca su artillería pesada contra la izquierda abertzale, el Constitucional y el Gobierno, movilizará a los nuestros», auguran en el comité de campaña. Más claro: que Bildu y la decisión del Constitucional no es asunto que incomode al PSOE en esta campaña, sino más bien lo contrario. Pese a ello, de momento, los socialistas no entrarán en el cuerpo a cuerpo contra el PP, ni bajarán estos primeros días al barrizal en el que se pringue el adversario. La consigna: respeto al Estado de Derecho y a decisiones como la del Constitucional que «son las que nos conducirán al final del terrorismo». Ahí lo dejarán, de momento.
Zapatero prefirió ayer desplegar el catálogo de las políticas sociales, contrastar proyectos y buscar en el pasado las responsabilidades de los conflictos presentes («Los problemas de hoy son consecuencia de los excesos del pasado. Hay que resolverlos pensando en el futuro»). El presidente no dijo una palabra sobre el regreso de la izquierda abertzale a las instituciones, salvo para acusar al PP de utilizar la política antiterrorista en todas las campañas electorales y decir que el PSOE siempre estuvo a la altura en los asuntos de Estado y «donde está en juego la libertad y la vida. Seguirá estándolo hasta ver el final de la violencia», que, según subrayó, «está cada día más cerca». Luego dijo sentirse muy orgullosos de lo que el PSOE ha trabajado y ha hecho por la lucha antiterrorista y que no iba a responder a las embestidas del PP.
No lo hizo. El resto de su intervención, muy en clave local, fue un apabullante despliegue de cifras sobre inversiones, carreteras, alta velocidad, minería, ganadería y agricultura en la región. No en vano, estaba en su tierra, donde volverá para quedarse en menos de un año, como ayer anunció a sus fieles en un Pabellón Municipal donde costó llenar el aforo. Ni en León Zapatero es ya lo que era, salvo por su discurso contra la derecha y la derecha extrema que quiere amendrentar a la ciudadanía «con su poderío intimidatorio» y sus continuas alusiones a la «sensibilidad democrática del PSOE cuando está en la oposición y en el Gobierno».
El presidente pidió el voto para desafiar las encuestas. «¿Encuestas? ¡Ay las encuestas¡ Ya los conocemos , siempre las celebran. No saben que se gana cuando se abren las urnas y se recuentan los votos. Ya encontrarán alguna disculpa. No quiero acordarme de la que usaron en 2004 para justificar su derrota». Velada alusión al 11-M sin mencionarlo.
Hoy, segundo día de campaña y el presidente ya descansa. La «estrella»: Rubalcaba, en Valladolid. Les contaremos también que el PSOE no ha contratado ni 3G ni Wifi para esta caravana.
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